Tenerlos en la alacena o nevera es de gran utilidad para preparar un delicioso desayuno, postre o incluirlos en diversas recetas para el almuerzo; sin embargo, muy pocos prestan atención a la forma en la que los almacenan. Si eres de comprar una gran cantidad de huevos y cambiarlos del empaque en el que los vendieron para pasarlos a un recipiente acrílico, te recomiendo prestar atención a esta información. Hoy te explico, de la mano de la nutricionista Adriana Carulla por qué debes guardarlos con la punta hacia abajo. Te aseguro que te cambiará la forma en la que los disfrutas a diario. Además, te aconsejo que leas estos otros datos interesantes sobre tus comidas: La semilla que recomienda Harvard para reducir la presión arterial y colesterol y El gran consejo de Harvard para acabar con los antojos de comer dulce: cómo lograrlo.
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Este es un producto básico en la alimentación porque tiene una gran variedad de minerales como hierro, fósforo, zinc, selenio y yodo que son importantes para la salud; además de ser una excelente fuente de proteínas y aminoácidos necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Si bien es un alimento completo y versátil que podemos preparar de diversas maneras o incluirlo en numerosas recetas, su aporte nutricional puede verse afectado por la forma en la que los guardas.
¿Por qué almacenar los huevos con la punta hacia abajo?
La cáscara puede ser dura y porosa, pero tiene una membrana interna que protege el contenido de las bacterias y otros contaminantes, además de ayudarlo a mantenerse fresco y retener la humedad. En la parte más ancha del huevo existe una cámara de aire que ayuda a mantener la yema centrada, según explican desde el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
“Almacenar los huevos con la punta hacia abajo ayuda a que la yema permanezca centrada y el alimento se conserve fresco por más tiempo”, explicó la nutricionista Adriana Carulla desde su cuenta @adrianacarulla en Instagram.
Por ello, si los guardas con la punta hacia arriba, la cámara de aire se movería en la parte superior, ocasionando una pérdida de frescura. Al seguir el consejo de la experta también logramos alejar la yema de la zona con mayor concentración de bacterias, lo que evita que esta se adhiera a la cáscara y se deteriore con mayor rapidez.
Además de brindar mayor frescura, guardar los huevos con la punta hacia abajo también da mejor textura (la clara se mantiene más densa y la yema más firme).
Cómo guardar correctamente los huevos
- No siempre es necesario refrigerarlos: En muchos lugares, los huevos se almacenan a temperatura ambiente gracias a su capa protectora natural. ¡Si no los lavas, pueden durar semanas fuera de la refri!
- ¡No los laves antes de guardarlos!: El lavado elimina la capa protectora del huevo, permitiendo que entren bacterias. Solo lávalos antes de usarlos.
- El color de la cáscara no importa: ¡Huevos blancos y marrones son igual de buenos! El color depende de la raza de la gallina, no de la calidad del huevo, señala la experta.
- ¡Prueba este truco para saber si están frescos!: Coloca el huevo en agua. Si se hunde, está fresco; si flota, es mejor no usarlo.
¿Este truco casero que preparé te pareció interesante y aprendiste un poco más? Como este, hay otro tipo de utilitarios y consejos de mi autoría que serán de tu agrado y solo debes visitar Mag con frecuencia. Te invito a conocerlos y ponerlos en práctica. Si estos te gustan o sirven, no dudes en compartir tus logros y experiencias conmigo. Tu participación es lo que hace que nuestra comunidad sea especial, y espero seguir sorprendiéndote con nuevo contenido interesante.
Cómo pelar un huevo duro con una cuchara sopera
En un video publicado en TikTok, Stephanie Alvarado Engøy explicó que una vez que hayas puesto a hervir agua y empiece a burbujear, es momento de meter los huevos por 10 minutos. Pasado el tiempo retíralos con cuidado y ponlos en un recipiente con agua fría por unos minutos.
Ahora, con la ayuda de una cuchara sopera, vas a dar toques en el extremo superior e inferior del huevo, esto para lograr que la cáscara se quiebre. Repite el proceso por todo el contorno del alimento.
El siguiente paso es usar la cuchara como palanca para levantar la cáscara e ir jalándola con cuidado, esto lo lograrás girándola y deslizándola entre la clara y la cáscara, separándolas suavemente. Notarás que saldrá fácilmente y no perderás parte de la clara. ¡Listo! es todo lo que debes hacer y ya puedes disfrutarlos, además de comprobar que quedaron perfectos.
Periodista. Licenciada en Periodismo por la USMP con más de 10 años de experiencia en periodismo televisivo, radial y digital para medios de comunicación líderes del país. Actualmente Coordinadora de Nuevas Audiencias en el Grupo El Comercio (Lima, Perú).