Miles de personas al día, por no decir millones, deciden por un pequeño snack mientras hacen sus actividades diarias que se traduce normalmente a comprar una bolsa de papas fritas. No obstante, muy pocos saben que este no es un método de estafa de las grandes compañías para vender “aire” con cada bolsa de papitas, sino que es para la protección del mismo producto a los agentes externos a la bolsa.
No importa si son grandes o pequeñas, toda bolsa que contiene estos alimentos procesados están casi vacías, llenas de un aire que pareciera que el empaque se encuentra repleto, pero no es así. ¿Por qué se da esta práctica? ¿Acaso las grandes empresas hacen esto para engañar a sus consumidores?
En realidad, no. No es la idea principal de las compañías. Además, cuando uno abre una de estas bolsas de papitas fritas son al fin y al cabo apetecibles, se mantienen crujientes y el sabor siempre es el mismo. ¿Pero, entonces, qué es ese aire que llevan todas las bolsas? A continuación te contamos todo.
¿Por qué las bolsas de papitas están llenas de aire? (Foto: Pixabay)
LA VERDAD
Si la bolsa no tuviera este espacio de aire para que las papas puedan moverse libremente, es muy probable que al llegar al destino del consumidor, las mismas se trituren por el constante movimiento que cuesta trasladarlas. Por otro lado, el sellado impide que otras cosas como la humedad ingresen al empaque. Es decir, su único objetivo es proteger las papitas.
Y no solamente se habla de papas “aguadas”, sino de la producción de hongos y bacterias que fácilmente podrían causar una infección estomacal. Además, las bolsas no permiten la entrada al oxigeno y luz del sol, elementos que provocan un sabor rancio a las papas, alteración de color, deterioro de nutrientes y formación de compuestos tóxicos por la oxidación de las grasas.
Ahora, el aire no es todo lo que protege al producto, ya que también le agregan sustancias añadidas para mantener su buena conservación durante meses. Por otro lado, las bolsas que se utilizan se fabrican con láminas de polipropileno y polipropileno metalizado, incluyendo varias capas para que pueda resistir golpes, desgarros, sea ligero, económico y pueda abrirse con facilidad.
¿Por qué las bolsas de papitas están llenas de aire? (Foto: Pixabay)
¿Cuál es el secreto de que las papitas se mantengan así de conservadas durante todo el tiempo? Por supuesto, lo que mantiene este producto no es aire, sino gas nitrógeno. Para protegerlas correctamente se necesita una cantidad igual o superior a dos veces el contenido de las papas.
Esto quiere decir que si se utiliza este método, las patatas fritas deberían mantenerse aproximadamente entre 4 a 6 meses en las bodegas sin que les pase nada.
¿El gas nitrógeno es dañino para la salud? No. De hecho, este es el 78% del aire que respiramos. Las compañías desplazan el oxígeno y el vapor de agua por nitrógeno para que estas papas fritas tengan una modificación de atmósfera y se elimina cualquier impureza del aire. Es necesario aclarar que este porcentaje de nitrógeno tampoco afecta a su valor nutricional.
Finalmente, las empresas no pueden engañar a la población sobre el producto que les están vendiendo, así que el valor neto que se muestra en los empaques es la cantidad que recibirán sin contar el peso del gas nitrógeno. Esto también pone en consideración el tamaño o el peso de la bolsa, el peso neto se refiere a la cantidad de patatas fritas que uno compra independientemente de su presentación.
EL PELIGRO DE LAS BOLSAS DE LAS PAPAS FRITAS
Uno de los productos plásticos más preocupantes de los que forman parte de nuestro día a día son los envoltorios de snacks, caramelos y otros dulces. Su principal inconveniente radica en que la mayoría están compuestos de una estructura de multicapas, en la que varios materiales se fusionan entre sí, haciendo su reciclaje muy complicado.
Por lo general, estos envases, típicos en embalajes de productos como las patatas fritas, están compuestos por hasta siete capas, en las que se intercalan sobre todo el aluminio y diferentes tipos de plástico, como el polipropileno (PP) o el tereftalato de polietileno (PET).
Esto facilita que los alimentos que encierran puedan conservarse en unas condiciones aptas su consumo durante más tiempo, pero también conlleva un gran quebradero de cabeza para las empresas de reciclaje; ya que, si bien los distintos materiales que las componen pueden reciclarse por separado, no es fácil despegarlos.
¿POR QUÉ HACEN TANTO RUIDO?
Las bolsas de papas fritas hacen bastante ruido al abrirse. ¿Sabes por qué? Diversas investigaciones han demostrado que el ruido que provocan las bolsas, aumenta la experiencia sensorial del usuario, lo que lo lleva a sentir que las papas son más crujientes y frescas. Una buena estrategia para fidelizar a los clientes, que va a tener una opinión positiva del producto incluso antes de haberlo probado.
Las empresas están bien al tanto de lo ruidosas que son, y es más, buscan que así sea siempre.
ENVOLTURA BIODEGRADABLE DE PAPAS FRITAS
Se trata de un empaque biodegradable hecho con la propia cáscara de las papas, que, una vez usado, puede reutilizarse como alimento animal o fertilizante para cultivos.
El novedoso diseño fue presentado por imone Caronni, Pietro Gaeli y Paolo Stefano Gentile, quienes, valiéndose de la gran cantidad de residuos que generan las cáscaras en el proceso de elaboración de las papas fritas, decidieron reutilizarlos creando un envoltorio.
Pocos productos hay en el supermercado que nos produzcan al consumirlos tanto sentimiento de culpa como las patatas fritas de bolsa (Foto: pixabay)
Según comentaron los diseñadores, después de ablandar y secar naturalmente las cáscaras y demás restos de las patatas (compuestas de almidón y fibra), el material orgánico puede adherirse y endurecerse en la forma deseada.
El material resultante está compuesto en su totalidad por residuos de la papa y es 100% biodegradable. Asimismo, puede volverse a utilizar, y se presenta como una nueva opción para ayudar a reducir el uso del plástico.
BOLSAS DE PLÁTANO
Un equipo de la Dirección de Desarrollo Agropecuario del Gobierno Regional de San Martín, presentó en Tarapoto bolsas biodegradables de corteza de plátano, como un producto innovador que no contamina el medio ambiente.
La propuesta señala que las bolsas se fabrican con “cacpa” o corteza seca de plátano, las mismas que tienen una duración de dos meses estando ya en el suelo enterradas y se convierten en tierra como cualquier otro producto natural.
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