Las ultimas semanas han sido difíciles por la situación mundial debido a la pandemia que se está enfrentando, se ha incrementado tanto en los padres como en sus hijos los niveles de estrés, ansiedad y pánico. Siendo este el motivo principal en muchos casos del padecimiento de insomnio en los miembros del hogar.
Sin embargo, son consecuencias normales dentro de lo que está pasando por el COVID-19, el nuevo virus de la familia de los coronavirus, pero debemos asegurarnos de cuidarnos, cuidar a nuestro hijos para descansar y estar más fuertes.
Esta realidad ha puesto la vida de todos cuesta arriba. Los niños en casa sin poder realizar sus actividades normales ni tener un complemento que los ayude con su energía física y mental, el exceso de dulces, calles vacías por todo el mundo, no poder interactuar con amigos o familiares y miles de factores que pueden influir a que tu hijo padezca de insomnio y sea incomodo tanto para ti como para el.
Este insomnio puede pasar una factura a la larga, por eso, te recomendamos que sigas estos consejos para que ayudes a tu hijo a disfrutar de una rutina de sueño lo más adecuada posible.
¿QUÉ ES EL INSOMNIO EN NIÑOS?
Según la Clínica de Cleveland de Estados Unidos, el insomnio es un trastorno del sueño en el que los niños tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos por la noche. A veces, la queja es una de despertarse demasiado temprano.
Mientras que los niños mayores pueden quejarse de esto por su cuenta, a menudo es el padre del niño quien lo detecta. Las quejas de insomnio generalmente se asocian con una sensación de sueño no reparador y un deterioro en el funcionamiento durante el día.
CAUSAS DEL INSOMNIO EN NIÑOS
Dentro de las causas que generan el insomnio en niños la Clínica de Cleveland desglosa unas de las más influyentes en este tipo de trastorno del sueño:
- Estrés: Sí, los niños, al igual que los adultos pueden sufrir estrés. Así que no dude en mostrar interés en la vida de su hijo y generar confianza para que se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones con usted. Pregunte cómo van las cosas con él. Es importante estudiar todos los factores, hay discusiones, peleas entre hermanos, problemas matrimoniales o financieros; ha habido una muerte en la familia. Los niños se preocupan más de lo que piensas, el exceso de preocupación y estrés pueden provocar insomnio.
- Uso de cafeína u otros estimulantes: recuerde que incluso algunos refrescos o gaseosas sin colorantes y la mayoría de las bebidas energéticas contienen cafeína.
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos: Por ejemplo, los medicamentos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, los antidepresivos, los corticosteroides y los anticonvulsivos pueden causar insomnio.
- Trastornos médicos: El asma nocturna descontrolada, la nariz tapada por alergias o la picazón en la piel por eczema pueden obstaculizar el buen sueño. Otros trastornos médicos, que incluyen fibromialgia, calambres musculares, dolores de crecimiento, acidez estomacal y enfermedad de la tiroides, pueden causar insomnio. Asegúrese de examinar la salud física de su hijo como una posible causa de insomnio.
- Los trastornos Psicológicos o del sueño: Como la apnea obstructiva del sueño (asociada con los ronquidos) y el síndrome de piernas inquietas pueden interferir con el sueño de su hijo. Los trastornos del desarrollo neurológico, como el autismo y el síndrome de Asperger, también pueden ser causa de insomnio. Finalmente, las condiciones psiquiátricas como la depresión o el trastorno bipolar pueden asociarse con falta de sueño.
- Factores ambientales: las condiciones de ruido, calor, frío y luz en el dormitorio pueden interferir con el sueño. Asegúrese de que la cama y el colchón sean cómodos y que el dormitorio esté organizado para reducir la interferencia ambiental. Esto incluye restricciones en el uso de la electrónica en el dormitorio.
SÍNTOMAS DEL INSOMNIO EN NIÑOS
Dentro de los síntomas que presentan los niños que padecen de Insomnio el Hospital de Niños de Boston, Estados Unidos desglosa los siguientes:
El insomnio en los niños puede comenzar en cualquier momento, desde la infancia hasta la adolescencia, y en algunos casos puede convertirse en un problema a largo plazo.
Los síntomas pueden incluir:
Rechazo a la hora de acostarse y dificultades para ir a la cama “llamadas de cortina”, frecuentes después de apagar las luces (como solicitudes de bebidas, abrazos o historias), dificultad para conciliar el sueño una vez en la cama.
Despertar nocturnos frecuentes o prolongados con dificultad para volver a dormir independientemente, despertarse antes de lo deseado, resistencia a un horario de sueño apropiado, dificultad para la siesta, problemas para despertarse por la mañana o levantarse.
Además, los padres o cuidadores de niños con insomnio a menudo informan que el niño sufre otros síntomas durante el día.
Los síntomas diurnos pueden incluir:
Fatiga, cansancio, somnolencia, falta de atención, concentración o problemas de memoria problemas con el desempeño social, familiar, ocupacional o académico, alteraciones del estado de ánimo o irritabilidad, problemas de comportamiento (hiperactividad, agresión o comportamiento de oposición). Motivación reducida mala toma de decisiones y control de impulsos baja tolerancia a la frustración.
¿QUÉ HACER SI MI HIJO SUFRE DE INSOMNIO?
Dentro de los tratamientos no farmacológicos para el insomnio primario o el insomnio infantil que no es causado por otra afección médica incluyen:
- Restringir el tiempo que pasa en la cama simplemente durmiendo, lo que significa no leer, hacer la tarea o mirar televisión en la cama;
- Tener un horario muy constante de cuándo su hijo se va a la cama y se despierta, incluidos los fines de semana y días festivos;
- Acondicionar el espacio de dormir de una forma amena para el niño con aquellos objetos favoritos con los que pueda volver a sentir confianza si se despierta por las noches.
- Acomodar la habitación para que permanezca oscura por las noches, tranquila y con una temperatura confortable.
- Enseñarle a su hijo sobre técnicas de relajación, incluida la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva y las imágenes visuales, que puede usar cuando se va a dormir;
- Dejar de realizar actividades estimulantes entre 30 y 60 minutos antes de acostarse, como jugar videojuegos, mirar televisión, enviar mensajes de texto o hablar por teléfono;
- Salir de la cama y hacer algo tranquilo, como leer, si su hijo no se duerme en 10 a 20 minutos;
- Evitar la cafeína o dulces en exceso;
- Hacer un poco de actividad física frecuentemente;
- Ver a un consejero o psicólogo infantil, además de su pediatra, también puede ser útil para la mayoría de los niños con insomnio en caso de que algunos de los consejos anteriores no de resultado y el caso sea de gravedad.
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