La cebolla es una de las verduras más empleadas en la gastronomía y, lo mejor de todo, es que podemos recurrir a distintos tipos: amarilla, blanco o morada, por nombrar a las más importantes. En MAG te explicamos para qué sirve cada uno de estos alimentos.
Si hay una verdura que no podemos dejar de utilizar en la cocina esa es la cebolla, distinguida por su intenso sabor y sus innumerables beneficios. No solo podemos recurrir a este alimento para preparar ensaladas, sino para incorporarla en aderezos y otras preparaciones.
Entre las propiedades de la cebolla podemos destacar que funciona como diurético, reduce los síntomas alérgicos y la inflamación, entre otros.
Los tipos de cebollas más utilizados en la gastronomía
Existen diferentes tipos de cebollas, pero en cualquiera de sus versiones se las suele utilizar para condimentar distintas recetas. Las más populares son las cebollas blancas, amarillas y moradas.
Cebolla morada. Es una de las más apreciadas por los chefs, debido a su encendido color, su textura suave y el sabor dulce que le otorgan a las preparaciones. Puedes usar este tipo de verdura en la elaboración de ensaladas y salsas criollas.
Cebolla blanca. A diferencia de la cebolla morada, este tiene un sabor más fuerte y se distinguen por su tamaño. Es perfecta para incluirla en salteados o guisos, gracias a su textura crujiente.
Cebolla amarilla. Este tipo de cebolla tiene un toque picante, por lo que no se suele recurrir a ella para elaborar ensaladas. Por el contrario, los chefs recomiendan freírla, saltearla o caramelizarla. Su cáscara es de color marrón anaranjado, pero su pulpa de color blanco.