Si hay niños en casa, probablemente tengas un botiquín de primeros auxilios al alcance. El problema no radica en la fecha de vencimiento de los productos o el tipo de emergencia, sino saber qué cosa actúa mejor frente a una pequeña herida o raspón. Entre esas dudas nace el uso de agua oxigenada.
Durante mucho tiempo hemos crecido con la idea de que el agua oxigenada es la mejor opción para desinfectar las heridas o si recientemente te hiciste un piercing, pero lo cierto es que varios expertos no recomiendan su uso.
Cuando este agente antiséptico entra en contacto con la sangre, se produce una reacción burbujeante que, además de acabar con las bacterias, ataca también a las células de la piel, que finalmente termina perjudicando al proceso de sanación en lugar de ayudar.
Si bien emplear agua oxigenada a corto plazo no resulta un problema, su uso continuado sí conllevaría a complicaciones. Rachel Rader, del Centro Médico Davis Regional, asegura que los beneficios de este compuesto químico a largo plazo son controvertidos.
Según lo explicado por la profesional, algunas heridas se quedan “atrapadas” en la fase de curación, sin progresar como se debe y, sobre todo, sin acabar de cerrar, así lo recoge el portal El Español.
Este mismo inconveniente ocurre con el uso de alcohol, por lo que tampoco lo recomienda a largo plazo para limpiar o desinfectar heridas o raspones. Lo ideal será lavarlo con agua y jabón o emplear un suero fisiológico para arrastrar la suciedad.
Si la herida o golpe es de consideración, te recomendamos acudir al médico de confianza para que te dé un diagnóstico más acertado y cómo aliviar las molestias.
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