Las ventanas de casa pueden dejarse abiertas la mayor parte del día sin causar problemas, pero llega un momento en que hay que cerrarlas, y si algo lo impide, surge un problema. Hoy en Mag hablo de las posibles causas de las dificultades de cierre y comparto algunos trucos caseros que me han ayudado a resolver esta cuestión.
POR QUÉ NO CIERRA MI VENTANA
Cualquier equipo o electrodoméstico puede fallar. Esto también es aplicable a las ventanas de casa. En las siguientes líneas te describiré las posibles causas de los problemas de cierre de las ventanas, así como una eventual solución:
La hoja roza con el marco
El hundimiento de la hoja es especialmente frecuente en las ventanas abatibles grandes y pesadas. Las bisagras pueden desalinearse con el tiempo, haciendo que la hoja roce con el marco. En muchos casos, un simple ajuste de la ventana es más que suficiente. Para realizar esta tarea, necesitarás una pequeña llave Allen para girar los pernos de las bisagras. Se trata de mecanismos que se encuentran en cada uno de los cerraderos de las hojas. Su finalidad es proporcionar presión de cierre a la ventana.
Herrajes atascados
La suciedad también puede causar problemas al cerrar la ventana. La acumulación de arena, polvo o elementos de mayor tamaño dificulta el funcionamiento de los herrajes y bisagras. Por ello, te recomiendo inspeccionar cuidadosamente éstos, aspirar y eliminar la suciedad, y limpiarlos con un paño suave y húmedo si es necesario. También te aconsejo aplicar un aceite especial para éstos.
La hoja se ve caída
Si al abrir o cerrar tu ventana, notas una resistencia que antes no se producía, es posible que haya cambiado de posición con respecto al marco y necesite un ajuste suave. Esto es algo muy frecuente, sobre todo en las ventanas grandes y pesadas.
Para empezar, intenta evaluar dónde se han producido desplazamientos o cambios. Para ello, cierra la ventana y comprueba la posición de la hoja con respecto al marco en todo su perímetro. Si no has conseguido identificar dónde se ha producido el roce o la inclinación, puedes delinear la hoja cerrada con un lápiz y medir la profundidad a la que se sobrepone al marco. Solo necesitarás una destornillador para hacer un pequeño ajuste en los tornillos de las bisagras.
Esperamos que la información proporcionado te dé una idea de las posibles causas de la dificultad para cerrar la ventana. Si la limpieza y el ajuste no ayudan, la solución más segura es llamar a un servicio técnico.
Por último, ten en cuenta que una ventana bien mantenida y ajustada le proporcionará años de servicio sin problemas. En consecuencia, recuerda limpiar y engrasar los herrajes al menos una vez al año, preferiblemente dos: antes y después del invierno.
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