Al momento de preparar una ensalada para acompañar tus platillos es muy probable que incluyamos una o dos lechugas, debido a su frescor y textura. Si deseas cortes pequeños es casi seguro que utilices un cuchillo de cocina, pero debemos advertirte que no es la opción más adecuada. Conoce cómo cortar la lechuga para que no se oxide y, de esta forma, disfrutes de su sabor.
Una de las hortalizas que nos pueden sacar de apuros cuando queremos una ensalada rápida y rica es la lechuga, ya sea la romana, americana o cualquier otra que encontremos en el mercado. Es habitual que este alimento contenga residuos de tierra y microorganismos, por lo que te recomendamos no solo lavarla con agua, sino desinfectarla con vinagre de cocina.
Antes de proceder con la limpieza, deshoja cada lechuga y luego incorpóralas en un recipiente con agua y vinagre durante quince minutos. Una vez transcurrido el tiempo, enjuaga cada hoja de la lechuga en el grifo con mucho cuidado para evitar que se maltrate.
¿Por qué no debes cortar la lechuga con cuchillo?
En diversos platillos como el ceviche, la papa a la huancaína es usual que utilicemos simplemente las hojas de la lechuga. Sin embargo, cuando queremos preparar una ensalada nos vemos en la necesidad de cortarlas en trozos pequeños y el elemento más idóneo es el cuchillo de cocina.
Demos advertirte que esta práctica no es la mejor opción, pues el vegetal se oxidará y se estropeará al entrar en contacto con el metal del cuchillo. No solo sentirás un amargor atípico, sino que los nutrientes de la hortaliza se perderán.
¿Cómo cortar la lechuga para que no se oxide?
Una forma práctica de cortar la lechuga es a mano, aunque con mucho cuidado. Sin embargo, hay otros artículos que no usamos con frecuencia en el hogar y que nos pueden servir de gran ayuda: los cuchillos de plástico o tijeras del mismo material.
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