Así como cuidas del pelaje de tu mascota, eliges la mejor correa para su raza o qué ropa ponerle para el frío, también tienes que velar por su correcta hidratación y bienestar. Por ello, debes cambiarle constantemente el agua de su tazón para evitar que el ‘engreído de la casa’ contraiga enfermedades.
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¿Con qué frecuencia se debe cambiar el agua de la mascota? Es una pregunta que muchas personas se hacen a fin de darle una mejor calidad de vida a sus mascotas, pero hay mucha desinformación al respecto. Asimismo, qué recomendaciones seguir para desinfectar el tazón.
En Mag te decimos cada qué tiempo debes cambiarle el agua para que el ‘engreído de la casa’ beba agua fresca y limpia todo el tiempo. La respuesta te sorprenderá porque acabará con muchos mitos sobre el cuidado de las mascotas.
¿Cada qué tiempo se debe cambiar el agua de la mascota?
De acuerdo a un informe presentado por Dog Food Advisor, citado por el portal Revista Weepec, se recomienda que el cambio de agua se haga, por lo menos, dos veces al día. Ojo, esto por cada mascota que tengas en casa.
Sin embargo, esta medición puede ser muy relativa si, en el caso que tengas un perro en casa, lo llene de baba al tomarla u otros residuos con su hocico. De ser el caso, el cambio de agua se debe hacer más seguido.
¿Por qué no deberías darle agua del caño?
Según Edenagua, expertos aseguran que lo recomendable es que las mascotas beban la misma calidad de agua que las personas. Es por ello que no se recomienda el agua del caño porque contiene impurezas, químicos, metales pesados, cloro y bacterias.
¿Cómo se desinfecta el tazón de la mascota?
Lo recomendable es usar vinagre en lugar de jabón. Los platos de nuestras mascotas deben lavarse a diario de los desechos de comida u otros residuos. También es muy importante el secado del mismo. Para ello emplear papel de cocina para evitar manchas los trapos de la cocina, así lo precisa Hospital Veterinario La Arboleda.
¿Qué le hace el cloro a los perros?
Productos como la lejía y los detergentes son altamente corrosivos y causan daños permanentes e incluso mortales en la piel o en el interior de una mascota si se ingieren.” Tu perro puede sufrir quemaduras de piel, daño en los ojos, y problemas respiratorios incluso sin ingerir ninguno de estos químicos, de acuerdo a Rover.com.
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