Curioso detalle a tener en cuenta. Hay quienes buscan crear un espacio dedicado a la tranquilidad y confort en casa y eligen el jardín o terraza para lograrlo. Este espacio exterior es decorado con diversos elementos entre los que destacan las plantas cuyas macetas se convierten en piezas especiales para darle un estilo único. Si bien existen de diversos materiales como el plástico, cerámica o mimbre, las de barro son las preferidas de muchos. Aquí te dejamos los trucos caseros para cuidarlas y protegerlas. Así que toma nota.
Si bien las hay de distintas tonalidades y son bastante resistentes, lo difícil para algunos es la conservación pues a medida que pasa el tiempo las macetas de barro pueden deteriorarse. Esto debido a la propia acción de la tierra por presión y la humedad del agua.
Cómo cuidar las macetas de barro
1. Curarla antes de usarla
- Apenas la compramos, lo mejor es dejar un día entero la maceta sumergida en agua fría.
- 24 horas después la podemos sacar del agua y dejar al aire libre para que se vaya secando poco a poco.
- Con esto lograremos fortalecer el material y que pueda estar durante más tiempo sin que llegue a presentar ningún tipo de rajaduras.
2. Aceite de linaza
- Otra de las características comunes de las macetas de barro es que con el tiempo empiezan a presentar manchas blancas en la superficie o se decolora un poco.
- Para esto hay que tomar un poco de aceite de linaza y empapar un paño limpio con él.
- Pasarlo por la superficie y veremos que en pocos minutos volverá a estar como nueva.
3. Bicarbonato de sodio
- Para limpiar tus macetas de manera sencilla y económica solo necesitarás mezclar en un recipiente tres partes de agua, una de vinagre blanco y algo de bicarbonato de sodio.
- Dejarlas en remojo durante unos 25 minutos y con la ayuda de un cepillo ir frotando para disolver la suciedad.
- Con un trapo libre frotar por si queda alguna mancha rebelde.
- Dejar secar al aire libre.
¿Qué son las macetas ecológicas?
Las macetas son perfectas para decorar el jardín, terraza, balcón o algún espacio interior o exterior del hogar o tu negocio. Un punto importante a la hora de poner flores y plantas en casa es la elección de dónde sembrarlas.· Para evitar que puedan romperse ante golpes y caídas fuertes surge una nueva línea de macetas ecológicas llamada “Camelia”, hechas con un 50% de plástico reciclado postindustrial que se obtiene a partir de residuos plásticos puros de tipo y color, que se generan durante el proceso de producción en la industria.
Estas nuevas macetas de la icónica marca Basa son más resistentes y livianas que las convencionales, lo que hace más sencillo el cultivo. Además, su manipulación no representa ningún peligro. “Queremos que el público sea parte del cambio en favor del planeta. Por ello, ofrecemos productos ecológicos como nuestras macetas ‘Camelia’. Esta nueva línea es perfecta, vienen en varios tamaños y sus precios son muy accesibles”, explica Janina Caballero, gerente de marketing de Basa. Vienen en color terracota y pueden ser usadas de forma decorativa o como macetas de trasplante, pues se les puede realizar agujeros de drenaje de agua en su base.
¿Cuánto vive una planta sin regar?
Depende de la planta. Una hortensia no dura ni dos días y ya está mustia y reseca por falta de agua. Lo mismo una begonia. El ginger, una planta de clima tropical húmedo puede durar muchos días sin regar, pues acumula mucha agua en su interior, por eso vive en cualquier lugar de mi país, así lo indica Es.quora.com.
Truco casero para que crezca tu suculenta con una esponja de cocina
- Lo primero será poner agua caliente en un recipiente e introducir la esponja de cocina con el objetivo de desinfectarla.
- Luego de una hora, retirarla del agua y cortar en varios pedazos con la ayuda de una tijera.
- El siguiente paso es desenterrar la suculenta y agregar los trozos de esponja, de forma que queden bien separados unos de otros.
- Finalmente, volver a colocar la suculenta y cubrirla con su propia tierra.
Cómo hacer compost casero para nuestras plantas o jardín
- Lo primero que necesitaremos es un compostador, que es un recipiente en el que iremos añadiendo, poco a poco, la materia prima que posteriormente se convertirá en compost. Basta con una caja de frutas de madera, una jardinera grande que ya no utilicemos, cualquier recipiente nos servirá. La única condición es que no esté en contacto directo con el suelo.
- Lo segundo es hacer unos agujeritos en la base e ir colocando una primera capa de tierra, y una segunda capa de materiales secos (aserrín, paja, algunas ramas de restos de poda). Estas primeras capas secas evitarán que el fondo de nuestro compostador casero pueda pudrirse y al final se acabe estropeando la mezcla que vamos a hacer.
- El tercer paso consistirá en añadir los desechos orgánicos. Iremos intercalando productos húmedos o verdes, con productos secos. De esta manera, y haciéndolo por capas, el compost no olerá a podrido y se habrá echado a perder, y tendremos ese equilibrio que necesita un compost para ser el abono perfecto. Es importante usar guantes para este proceso.
- El siguiente paso es regar el compost casero porque este abono orgánico necesita de cierto grado de humedad para que se vaya formando. Asimismo, también necesitaremos airearlo. Por tanto, es necesario regarlo de vez en cuando, teniendo cuidado de no encharcar el contenedor.
Síguenos en nuestras redes sociales: