El ajo es de esos ingredientes mágicos para tratar diversas enfermedades al contar con propiedades diaforéticas, expectorantes, antiespasmódicas, antisépticas, antimicrobianas, hipotensivas y antihelmínticas. Por lo general, se suele utilizar en el tratamiento de bronquitis, gripe, asma bronquial y catarros. Hoy aprenderás que también se puede emplear para combatir los hongos en las uñas.
Si eres de las personas que piensan que solo el podólogo tiene la solución a los hongos en tus uñas, estás equivocado. Existen remedios caseros, como por ejemplo el ajo, que es perfecto para este tipo de casos.
En las siguientes líneas te brindamos más detalles al respecto y el procedimiento a seguir para tratar los hongos. De esta forma te ahorrarás dinero en seguir tratamientos o adquiriendo costosos productos.
El ajo para combatir los hongos en las uñas
Si todavía estás dudando sobre la eficacia del ajo para tratar combatir los hongos en las uñas, quédate tranquilo porque está comprobado su vericidad. Esto principalmente gracias a algunos de los compuestos que se encuentran en su composición nutricional, como por ejemplo la alicina y el ajoene.
¿Qué brindan a nuestro organismo? Otorgan un efecto antibacteriano y antifúngico, los cuales son muy potentes que permiten eliminar los microorganismo que causan la onicomicosis, de acuerdo al portal Mundo Deportivo.
Uno de los métodos más populares es frotar con el ajo sobre la zona. Para ello, debes partir un diente de ajo por la mitad y luego pasarlo por la uña afectada. Lo ideal es hacerlo en la noche para que actúen toda la madrugada y al día siguiente lavar con agua y jabón.
Si no te convenció este método casero, puedes hacer un baño para manos o uñas con ajos. Lo primero será pelar entre unos 5 a 6 dientes de ajos y luego meterlos en una olla con 1/2 litro de agua.
Pon la olla al fuego y deja que los ajos hiervan durante unos 10 minutos. En ese lapso, liberarán todas sus propiedades antifúngicas. Pasado este tiempo, retira la olla del fuego y espera a que se enfríe.
Posteriormente, vierte el líquido obtenido en un recipiente hondo y sumerge tus manos o los dedos de tus pies durante unos 20 minutos. Finalmente, sécalos con una toalla y eso será todo.