Comer bananas a diario es algo común para los amantes de los batidos y las ensaladas de frutas, sin embargo, pocas personas aprovecharían las fibras de las cáscaras, ¿Son comestibles? Claro que sí, en MAG te explicamos por qué te estarías perdiendo de una gran fuente de nutrientes y te damos algunos ‘tips’ para hacer más sabrosa su ingesta.
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Por lo general, cuando abrimos un plátano y recorremos su cáscara a los lados, es común quitar las fibras de esta fruta tropical. Es prácticamente inevitable deshacerse de esos filamentos cerca a la pulpa al no llevarse con la lengua humana: son ásperas, su sabor no es muy atractivo, pero son de la parte más nutritiva de una banana, ya sea del tipo de seda, de la isla, manzano, bizcocho o cavendish; plátanos para todos los gustos.
¿Se comen los filamentos del plátano?
Este alargado tejido de la fruta se ocupa de transportar nutrientes por todo el plátano, desde su reproducción en una planta bananera. De hecho, a este sistema se le denomina ‘floema’: a través de este circuito circulan carbohidratos, grasas saludables, vitamina K, C, B y C, además de minerales como el magnesio, el hierro y el potasio.
El alto valor nutricional de estas delgadas hebras también radica en la ‘pectina’, que favorece a la absorción de residuos que nuestro cuerpo no puede procesar ni digerir del todo, por lo que facilita la tarea del intestino para su expulsión por las heces.
La pulpa del plátano se debería comer junto a sus delgadas fibras. Hay muchos nutrientes por ganar y poco por perder. (Foto: @stevepb/ Pixabay) (Foto: @stevepb/ Pixabay)
Estos filamentos con pequeños ‘dientes’, además de mantener las articulaciones y los músculos, son indicadores del estado de maduración del plátano: si están adheridos fuertemente a la pulpa y son complicados de separarlos, entonces la fruta aún no ha madurado del todo.
En cambio, si se desprenden de la piel con facilidad entonces la banana está en su punto de perfecto para el consumo: será perfecta para funcionar en batidos, en ensaladas o para comerlas en crudo. En su ingesta, puedes aprovechar en cortar las fibras en pedazos para hacerlas consumibles junto a otras frutas, cereales e incluso yogur; no notarás su presencia.
Por su lado, la cáscara de plátano tiene un porcentaje interesante de nutrientes. Se puede aprovechar en su consumo para los batidos de fruta y verduras, para facilitar su digestión. E incluso, puedes cocinarlas para que se rompan las fibras y sean fáciles de masticar y digerir.
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