El pollo es una de las carnes más consumidas por los humanos y en más de una ocasión la compartimos con nuestros perros. Si bien no es dañino darles de vez en cuando carne de pollo, debemos saber las partes y proporciones ideales. De esta manera, nos aseguraremos que la salud de nuestra mascota no se verá perjudicada.
Uno de los alimentos preferidos por los perros, sin distinción de raza o edad, es el pollo. Esta carne aporta una gran cantidad de proteínas, pero debes tener en cuenta que no todas sus partes son recomendables para tus mascotas.
Si bien puedes darle pollo a tu perro casi a diario es recomendable que combines con otros ingredientes como verdura o incluso un poco de arroz. En ese sentido, puedes preparar una sopa o caldo en la que estén presentes verduras como la zanahoria o el calabacín. No es saludable añadirle sal ni mucho menos aceite.
Las partes de pollo que puede comer tu perro
Ten en cuenta estas recomendaciones del veterinario Manuel Manzano para alimentar a nuestro perro de la manera más saludable.
- Pechuga y contramuslo. A diferencia de otras partes del pollo, la zona de la pechuga resulta mucho más proteica, mientras que el contramuslo tiene más concentración en ácido graso y aporta hierro. Estos Alimentos se les recomienda dar a los perros que están anémicos principalmente.
- Piel de pollo. De acuerdo con el especialista, si le damos un poco de piel de pollo no será dañino para nuestro perro, pero si esta es una práctica recurrente no es lo más adecuado, pues se puede originar una pancreatitis, a causa sus grasas elevadas. La piel de pollo o el pellejo acumula algunos tóxicos.
- Huesos. Como medida preventiva, no debes darle hueso a tus perros pequeños, pues puede afectar su salud. En caso de perros adultos, los huesos que se recomienda darle son la carcasa, las patas y la parte del cuello. Ojo, es importante que los huesos estén crudos y no cocidos. Eso sí, por nada del mundo des a tu perro el hueso más largo de la pata y los huesos centrales del ala.
- Vísceras. La molleja y el corazón, tanto crudo como cocido, son ideales para tu perro. Antes de servirle estos manjares, limpia bien ambas vísceras. El hígado también puede ser beneficioso, siempre que no se abuse de él.
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Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Con experiencia en el periodismo escrito y digital en las secciones policiales, deportes, actualidad y tendencias. En la actualidad, es redactor real time del área Núcleo de Audiencias en el Grupo El Comercio.