La gran mayoría de nosotros tenemos la costumbre de guardar el chocolate en la nevera para comerlo después, ya sea por falta de tiempo o por simple gusto. Sin embargo, esto no es una buena idea según la recomendación de expertos al explicar los cambios bruscos de temperatura que sufre el alimento mencionado.
Para algunos, uno de los mayores placeres del mundo al llegar a casa, sobre todo en días de calor, no es precisamente echarse a la cama o mirar series de televisión, sino abrir el frigorífico y sacar el chocolate que guardaste en la mañana o un día anterior.
Sí, puede que lo disfrutes en el momento y cumplas con tus fantasías. Pero, ¿qué pasa si te decimos que esta práctica pone el peligro tu salud?
Desde Chocolates Torres informan que los cristales de la manteca de cacao suben hasta la superficie, y vuelve a cristalizarse en la parte superior. ¿Qué significa eso? El chocolate toma un color blanquecino y, en algunos casos, le salen burbujas.
Ahora bien, si el chocolate tiene frutos secos en el interior es más probable que esto ocurra, puesto que tienen una grasa que a temperatura ambiente es prácticamente líquida. El contenido en humedad será más alto y, por ende, será mucho más fácil para subir a la superficie.
Enric Rovira, un maestro chocolatero, confirma dicha teoría al precisar que si fundes mantequilla de vaca y luego lo pones en la nevera, solidifica de forma normal.
Sin embargo, en el caso de la manteca de cacao se tiene que atemperar y escoger qué forma cristalina le podemos dar. “Siempre escogemos la forma 5, que es la que da una textura más lisa y uniforme y aporta el punto de fusión en boca que nos gusta. Si este chocolate no lo conservas de forma óptima, modificas la forma de cristalización”, así lo recoge el portal La Vanguardia.
¿Cómo guardar el chocolate?
Queda claro que no es recomendable guardar el chocolate en la nevera, pero de hacerlo te sugerimos lo siguiente. Meterlo bien envuelto en un papel que absorba la humedad, en el interior de un recipiente hermética y de preferencia en la parte más caliente del frigorífico.
Eso sí, a la hora de consumirlo se recomienda sacarlo un poco antes para que se atempere y también revisar que no haya ninguna anomalía en el producto.
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