En los Estados Unidos, la población jubilada se enfrenta a una amenaza creciente y alarmante: las estafas dirigidas específicamente hacia ellos. A medida de que más personas alcanzan la edad dorada después de décadas de trabajo duro, se convierten en blancos ideales para estafadores que buscan aprovechar su buena fe y posibles disminuciones en capacidades cognitivas asociadas con la edad avanzada. Estos delincuentes utilizan tácticas sofisticadas y manipuladoras para engañar a los jubilados y despojarlos de sus ahorros, poniendo en riesgo, no solo su estabilidad financiera, sino también su bienestar emocional y físico.
El impacto de estas estafas es devastador, no solo a nivel económico, sino también en términos de confianza y seguridad personal. Según un estudio reciente de la AARP, las pérdidas anuales superan los US$28 mil millones, lo que subraya la escala y la urgencia del problema. Esta cifra también refleja una tendencia preocupante que afecta a miles de adultos mayores cada año, obligándonos a tomar medidas concretas y efectivas para proteger a esta vulnerable población o hacer lo posible para estar informado y no caer ante las mañas de los delincuentes.
Ante esta creciente amenaza, la educación y la vigilancia son cruciales para proteger los fondos de jubilación y el bienestar general de los adultos mayores. Es fundamental que los jubilados y sus familias estén informados sobre las tácticas fraudulentas actuales y tomen medidas preventivas proactivas para evitar ser víctimas de estos delitos financieros. Además, promover una cultura de protección y apoyo entre la comunidad puede ayudar a mitigar el impacto devastador de estas estafas en la vida de los adultos mayores en nuestra sociedad.
En ese sentido, voy a enumerarte algunas de las estafas más comunes que suelen sufrir las personas jubiladas, citadas en una nota publicada por el portal La Opinión.
LAS ESTAFAS MÁS COMUNES A LOS JUBILADOS EN ESTADOS UNIDOS
1. Estafa de los “parientes necesitados”
Una de las estrategias más desgarradoras implica a estafadores que se hacen pasar por parientes o amigos en situaciones de crisis. Aprovechando la confianza y el amor familiar, estos delincuentes contactan a adultos mayores haciéndose pasar por nietos o hijos que supuestamente enfrentan emergencias como arrestos o problemas médicos graves. Las llamadas telefónicas son persuasivas y convincentes, presionando a los jubilados para que envíen dinero de manera urgente. Para evitar caer en esta trampa, es crucial que los jubilados mantengan la calma, cuelguen inmediatamente y verifiquen la situación contactando directamente al familiar involucrado.
2. Estafa de agentes de atención falsos
Otra táctica común es la suplantación de identidad de representantes de agencias gubernamentales como el Seguro Social o Medicare. Estos impostores contactan a los jubilados por teléfono, solicitando información personal como números de Seguro Social y detalles bancarios bajo la amenaza de sanciones legales o la suspensión de beneficios. Es fundamental recordar que las agencias legítimas nunca solicitan información personal por teléfono ni amenazan con consecuencias legales de esta manera.
3. Estafa de cuidadores
Esta forma de fraude explota la relación de confianza entre los adultos mayores y los cuidadores contratados. Con acceso directo a la información financiera y personal de los jubilados, algunos cuidadores deshonestos se aprovechan para robar dinero en efectivo, tarjetas de crédito u otros bienes de valor. Para mitigar este riesgo, es esencial realizar una investigación exhaustiva antes de contratar a un cuidador, incluyendo verificación de licencias, referencias y antecedentes penales.
Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.