La presión para un niño o adolescente puede llegar de sus propios padres, apunta la investigadora (Foto: Freepik)
La presión para un niño o adolescente puede llegar de sus propios padres, apunta la investigadora (Foto: Freepik)
Sergio Valzania

Con el paso de los años, la relación de padres e hijos ha ido variando, principalmente el nivel de presión que unos ejercen sobre otros, lo cual ha demostrado que existen , como la ansiedad o la , que décadas atrás eran reprimidos, pero que en la actualidad no solo son visibles, sino que requieren especial atención.

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De acuerdo con los expertos, las causas de estos aún permanecen como un misterio, pero apuntan a determinados factores que podrían aumentar y agravar estas condiciones, y muchas de estas tienen su origen en la actitud de los padres.

La presión, consciente o inconsciente, que se aplica sobre un niño o adolescente influye en su conducta y en su forma de ver el mundo, así como sus reacciones a diversos estímulos.

Para evitar problemas emocionales, la investigadora recomienda evitar los tópicos que generen presión en los estudiantes (Foto: Freepik)
Para evitar problemas emocionales, la investigadora recomienda evitar los tópicos que generen presión en los estudiantes (Foto: Freepik)

LA PRESIÓN ACADÉMICA, UN FACTOR DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

Es común que los padres más participativos suelan ser los que mayor daño pueden dejar en sus hijos, sobre todo cuando la presión se da desde el punto de vista educativo, en el que una calificación define cuánto esfuerzo o talento posee un estudiante.

Durante años he pensado que una de las principales causas del aumento de la depresión adolescente era un aumento de la presión escolar”, apunta el psicólogo Laurence Steinberg a .

Para el experto, la presión académica puede llegar a ser aún más difícil de afrontar que la interacción y aceptación en redes sociales. “Cuando hablo con niños y hablamos de fuentes de estrés, mencionan la presión escolar más que los ‘Me gusta’ en Instagram”, añade.

Es ahí cuando surge la pregunta: ¿cómo mostrar interés en el desarrollo de un hijo sin presionarlo y ocasionar más daño que bien? Luce complicado, pero todo podría partir de un cambio en la comunicación.

LA PRIMERA PREGUNTA DE UNA EXPERTA EN CRIANZA

Jennifer Breheny Wallace, periodista e investigadora sobre paternidad graduada de Harvard, tiene una sugerencia que, si bien luce sencilla, podría ser el primer paso para un cambio total en el paradigma: cambiar la pregunta de bienvenida cuando los hijos ingresan a casa.

En su libro “Nunca es suficiente: cuando la presión por el logro se vuelve tóxica y qué podemos hacer al respecto”, que recoge la postura de 6500 padres de familia con hijos en edad escolar, la escritora destaca que la presión puede convertirse en un arma, en lugar de un apoyo.

En conversación con , Wallace resalta que muchos de los padres suelen recibir a sus hijos con preguntas relacionadas con la escuela, cuestiones como “¿Cómo fue esa prueba?”, “¿Qué tarea tienes?”, o “¿Estás listo para ese gran examen de matemáticas al final de la semana?”, cuando lo importante es “liderar con el almuerzo”.

Cuando mis hijos entran por la puerta, en lugar de preguntarles: ‘¿Cómo te fue en el examen de español?’ “, lo cual solía hacer antes de escribir el libro, ahora les pregunto: ‘¿Qué almorzaron?’. Hablo de cosas que no tienen nada que ver con sus logros”, comentó.

Por supuesto, la dieta de su menor hijo no es tan importante en este sentido. Sin embargo, desviar la tensión a otro punto puede ser clave para evitar la presión constante y los menores aprenden que ellos están por encima de sus propios logros.

Un padre preocupado en exceso por el desarrollo de su hijo en las materias escolares traslada sus propias inquietudes al menor, provocando ansiedad y otros problemas de salud mental.

Los adolescentes pueden desarrollar ansiedad por el aumento de las presiones educativas (Foto: Mia Mas)
Los adolescentes pueden desarrollar ansiedad por el aumento de las presiones educativas (Foto: Mia Mas)

¿CÓMO ABORDAR LOS PROBLEMAS ESCOLARES?

Es muy probable que quienes siguieron un esquema tradicional se pregunten en qué momento obtienen respuestas sobre el desarrollo escolar, que al final es tan importante como su crecimiento emocional. Para Wallace, los padres sí deben estar enfocados en el aprendizaje, pero sin presionarlos para que estos compartan sus impresiones.

Mis hijos me lo van a decir (cómo van en la escuela). Está en sus mentes. No tienen que pensar que he estado preocupándome todo el día por un examen de español. En cambio, deberían recibir el mensaje mío de que me preocupo por ellos como persona integral”, añade.

Finalmente, la investigadora destaca que ahora es más sencillo agrupar tópicos de conversación, reservando el complicado tema para un horario en específico para saber cómo les va en la escuela, mientras que los demás son respecto a cómo se sienten a nivel personal.

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

La ansiedad es un estado emocional caracterizado por sentimientos de nerviosismo, preocupación e inquietud. Puede manifestarse de diversas formas, incluyendo pensamientos negativos, sensaciones físicas y cambios en el comportamiento.

La ansiedad es una emoción normal y saludable que todos experimentamos en algún momento. Es una respuesta natural a situaciones estresantes o amenazantes. Sin embargo, cuando la ansiedad es excesiva o persistente, puede convertirse en un trastorno de ansiedad, que pueden afectar a personas de todas las edades, razas y etnias.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, actualmente se desempeña como redactor del núcleo de audiencias. Interesado en deportes, lucha libre y entretenimiento.

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