La palabra feminicidio es una de las más tristes, horrendas, que me llega a escarapelar la piel porque significa que una niña, adolescente, joven o adulta fue asesinada por un hombre solo por el hecho de ser mujer, a la que muchas veces consideran de su propiedad. La cifra mundial de este tipo de crimen fue, en el 2022, de 89,000 en todo el mundo. Y se trata de un problema enraizado en el machismo y la misoginia, que ocurre en las diferentes esferas socioeconómicas y hasta en los llamados países desarrollados o potencias económicas.
A lo largo de mi trabajo en medios de comunicación, me ha tocado cubrir este tipo de notas y, en la mayoría de los casos, las víctimas conocían a su asesino porque fue su esposo o pareja, que muchas veces se resisten a aceptar que la relación había terminado. “Si no eres mía, no eres de nadie”, es una frase común y peligrosa. En otros casos, las víctimas morían en manos de una persona obsesionada con ellas, que odiaba a las mujeres o tras ser violadas.
Y esto preocupa porque las muertes son mucho mayores desde el lado de las mujeres. La Organización Mundial para Salud (OMS) y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres indican en un informe que más del 35% de todos los asesinatos de mujeres a nivel mundial son cometidos por un compañero íntimo y el escenario común suele ser su propia casa. En el caso de los hombres, la cifra se acerca al 5%.
¿QUÉ ES UN FEMINICIDIO?
El feminicidio es la muerte violenta de las mujeres por razones de género, donde están en una posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran respecto de los hombres. Es el último eslabón de una espiral de violencia doméstica (maltratos físicos, psicológicos y económicos).
De acuerdo con Naciones Unidas, la violencia contra las mujeres y las niñas es la violación de los derechos humanos más generalizada, arraigada en la desigualdad y la discriminación de género, las relaciones de poder desiguales y las normas sociales perjudiciales.
El informe de ONU Mujeres, publicado en noviembre de 2023, asegura que el número de niñas y mujeres que fueron asesinadas en todo el mundo en 2022 fue de casi 89.000. Esa fue la cifra más alta en los últimas dos décadas.
El Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, por su parte, reveló que, en 2022, al menos 4,050 mujeres fueron víctimas de femicidio en 26 países y territorios de América Latina y el Caribe. Esto se traduce en una muerte cada dos horas. La tasa más alta la tiene Honduras.
¿LA DIFERENCIA DE UN FEMINICIDIO Y UN HOMICIDIO?
De acuerdo al sistema penal de México, un país afectado por está situación, el feminicidio es la muerte violenta de las mujeres por razones de género, es decir, a diferencia del homicidio general, en este concepto la muerte ocurre de manera dolosa solo por razones de género. Por ejemplo, un feminicidio ocurre cuando una mujer es asesinada por su pareja o tratantes de blancas, mientras que un homicidio puede ocurrir durante un robo o un atropello.
CARACTERÍSTICAS DEL FEMINICIDIO
A continuación, de acuerdo con la página del gobierno de México, estas son algunas características que se presentan en los feminicidios son las siguientes:
- Motivación de género: se basa en el odio, el desprecio o la violencia dirigida hacia las mujeres debido al género.
- Contexto de género: los feminicidios ocurren dentro de un contexto más amplio de violencia de género, es decir incluyen formas violentas sexuales, psicológicas y económicas dirigidas a las mujeres.
- Impacto social y cultural: el feminicidio tiene un impacto importante en la sociedad, ya que es un reflejo de la desigualdad de género, también crea la falta de justicia prevalecen
- Actos violentos: violencia doméstica, trata de personas con fines de explotación sexual, muerte, violación, violencia psicológica.
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