Cuando la Guardia Costera de Estados Unidos decidió lanzar una operación de búsqueda y rescate para el sumergible Titán desaparecido cerca del sitio de los restos del Titanic, lo hicieron sin escatimar esfuerzo alguno. En concreto, y buscando a la embarcación en el Atlántico, estuvieron tres aviones de transporte C17, un dron acuático y tres buques multipropósito.
El amplio despliegue de medios aéreos y acuáticos conlleva una serie de gastos que aumentan día a día. Según Chris Boye, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Búsqueda y Rescate, se trata de “millones”. En la cadena española SER, han puesto un número a esos millones. En concreto, serían seis.
Y la pregunta que surge es quién se hará cargo de pagar los costes de todo el operativo y movilización de recursos. En este tema surgen varias interrogantes: ¿La empresa dueña del sumergible Titán, OceanGate Expeditions? ¿Las cinco personas que estuvieron a bordo? ¿Los contribuyentes de los países afectados? ¿Alguna aseguradora?
¿QUIÉN PAGARÁ LA BÚSQUEDA DEL TITÁN?
Se desconoce si las cinco personas que iban a bordo tenían contratado algún tipo de seguro que pudiera hacerse cargo de su rescate en caso de surgir dificultades durante la travesía. Y respecto a si los contribuyentes asumirán se sabe lo siguiente:
Según la política de Seguridad Nacional y la ley de EE.UU., citada por ABC News, la Guardia Costera nunca le pide a una empresa privada o a un individuo que reembolse al gobierno los costos asociados con las misiones de búsqueda y rescate, según la Guardia Costera.
“La Guardia Costera, como cuestión tanto de ley como de política, no busca recuperar los costos asociados con la búsqueda y rescate de los destinatarios de esos servicios”, según un portavoz de la Guardia Costera de EE. UU. “Como cuestión de ley, 46 USC 2110(a)(5) prohíbe que la Guardia Costera cobre tarifas por la realización de operaciones SAR: El Secretario no puede cobrar una tarifa o cargo en virtud de esta subsección por ningún servicio de búsqueda o rescate”.