La picadura de una pulga puede ser insignificante para muchas personas, pero en ocasiones provocan enfermedades graves. Un hombre originario de Houston, Texas, Estados Unidos lo vivió en carne propia, tras contraer tifus: médicos le amputaron sus manos y parte de sus pies para salvarle la vida.
El pasado 19 de julio, Michael Kohlhof, un cuidador de mascotas de Houston, visitó a su madre en el Hospital de San Antonio, pues había sido sometida a una cirugía. Durante una de sus visitas, Michael sintió los pies entumecidos y atribuyó esta y otras dolencias a una gripe.
Sin embargo, su estado emporó con el transcurrir de las horas y tuvo que ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos con una sepsis e insuficiencia orgánica, según indica Daily Mail. La familia de hombre pensó lo peor y al día siguiente tuvo que ser conectado a un ventilador para que los médicos puedan estabilizarlo.
El tifus transmitido por pulgas fue el causante
El hombre de 35 años tuvo que ser sometido a varias cirugías y a la amputación de ambas manos para poder sobrevivir. Debido al avance de la enfermedad, también tuvieron que amputarle parte de los dedos de los pies.
La enfermedad que contrajo Michael Kohlhof fue el tifus, una enfermedad provocada por una bacteria llamada Rickettsia typhi y que se propaga a las personas mediante el contacto con pulgas infectadas, según Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Esta enfermedad, considerada rara en Estados Unidos, suele presentarse en el sur de California, Hawái y Texas. Según la madre de Michael, este fue víctima de una picadura “severa y traumática”. “Sus manos y pies tenían gangrena seca”, dijo en declaraciones que reproduce People.
Para ayudar a pagar los gastos médicos, J’Leene Hardaway realizó una publicación en GoFundMe reunir fondos.