El día que James McCallum nació, sus padres se dieron cuenta que vino al mundo con una condición fuera de lo común, pues presentaba un crecimiento en su espalda que para ellos se parecía al caparazón de una tortuga, por lo que sus progenitores decidieron bautizarlo como “Pequeña Tortuga Ninja” y su historia cautivó a millones de personas en redes sociales.
El pequeño James fue diagnosticado con ‘nevus melanocítico congénito gigante’, que es nada menos que cuando las células pigmentarias no se desarrollan correctamente, provocando que el ahora bebé de 20 meses de vida presentara una gran área elevada en su espalda.
Esta área, para sus padres Kaitlyn y Tim McCallum, tiene la forma de un caparazón de tortuga por lo que le colocaron el curioso sobrenombre. A WFLA, el papá de James dijo: “era solo un tinte diferente, un color diferente, había una especie de costras en la parte superior de la espalda”, en tanto que la mamá añadió: “parecía una marca de nacimiento con costras”.
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“En ese momento, tienes esa sensación de mamá de tener a tu bebé y estás emocionada de que él esté aquí... no piensas en nada y luego, durante un par de días, empiezas a, ya sabes, notar todo, y eso es algo importante que notar para un pequeño”, agregó.
Operaciones para ayudar a James
El crecimiento de esta elevación continuó por meses, al punto que se necesitaron más de una cirugía para que el pequeño James pudiera acostarse boca arriba, pues le era casi imposible hacerlo.
La intervención fue exitosa, sus padres notaron una clara mejoría como comodidad, pero los médicos advirtieron que, producto de la operación, crecerían cicatrices mínimas, y esperan que el caso del pequeño siga mejorando y pronto puedan llegar a retirarlo definitivamente.
Hasta que eso suceda, Kaitlyn McCallum tiene un mensaje para los padres que estén pasando por una situación similar: “no están solos, comuníquense con su comunidad, hay personas que tienen lo mismo que pueden ayudarlos”.
Lo que dice la ciencia
De acuerdo al Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, las lesiones raras que se puedan presentarse al nacer afectan a menos de 1 de cada 20 mil recién nacidos. La entidad señala que estas también podrían estar asociadas a complicaciones como el melanoma maligno.