Lo que comemos puede traernos problemas, especialmente si no sabemos la procedencia de los alimentos que nos llevamos a la boca. De cara a una intoxicación gástrica o problemas intestinales, cierta tiktoker mostró su caso: ella contó que una semilla de flor se volvió ‘una pesadilla’ en su mejilla. Ni el dentista ni los conejos de sus padres pudieron ayudarla a retirarla, así que ella misma lo hizo.
Este caso viral se vivió desde Estados Unidos y demostró una vez más que hay que tener cuidado con lo que ingerimos. Alexa Hendricks contó que se había topado con una ensalada con flores ‘comestibles’ semanas atrás, pero jamás esperó que su deliciosa merienda afectaría tremendamente a su mejilla.
Sacó la semilla a la fuerza
A sus 22 años, Alexa ya se hacía ideas aterradoras sobre su fututo: ‘¿Le quitarán parte de su mejilla?, ¿Tendrás que ir a cirugía?’, fueron algunas preguntas alrededor de su rara situación. Ella contó que recibió un pinchazo al comer del plato lleno de ‘colores’ y flores, pero jamás esperó que sería un problema mayor.
Alexa acudió al dentista, consejos en Internet y a amigos para que pudiesen ayudarla a deshacerse de ‘lo que sea’ que se insertó en su mejilla; una gran hinchazón se asomó por muchos días después. Sus glándulas comenzaron a inflamarse y el especialista solo le recetó enjuague bucal e ibuprofeno para el dolor.
Mira el video viral
@achendricks Replying to @shabshworley ♬ original sound - alexa hendricks
Luego de días de dolor, la estadounidense se armó de valor y decidió escarbar en la carne con sus uñas; un proceso que le llevó algunos minutos. Felizmente, logró quitar el curioso elemento puntiagudo: “Me sorprendió y me quedé sin palabras cuando salió, pero me sentí aliviada de que hubiera terminado”, dijo de la experiencia.
“La semilla entró en mi glándula parótida, una glándula salival importante, y dos semanas después, estaba comiendo una manzana y la acidez me la sacó”, contó más de los tratamientos caseros por los cuales apostó. “Moraleja de la historia: no comas ensaladas”, le dedicó en ironía una persona.
“Una vez se me atoró un hueso de las mismas dimensiones que esta semilla. Es el infierno en vida”, fue la experiencia de una usuaria.
“Qué temeraria para quitártela por ti misma, aunque el dolor debió ser insoportable. Parece la púa de un cactus”, dijo otra persona.