Durante 20 años, la brasileña Margarida Bonetti vivió escondida en una mansión en ruinas en Sao Paulo, al parecer ocultando un pasado esclavista para evadir al FBI. Su historia, aireada en una investigación periodística, ha ganado ahora un nuevo capítulo tras la desaparición de “la mujer de la casa abandonada”. El rocambolesco caso del que Brasil habla desde hace semanas se remonta a la década de 1970, cuando Margarida y su marido René emigraron a EE.UU., llevando consigo a una empleada doméstica que habían “recibido” como “regalo de bodas” y a la que mantuvieron en condiciones análogas a las esclavitud durante dos décadas.