Badger es un perro de raza cocker spaniel que fue encontrado al fondo de un contenedor de basura cuando era solo un cachorro. Afortunadamente, una asociación de animales lo encontró y decidió darle una oportunidad que terminaría cambiando su vida de forma radical.
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El can fue encontrado junto a otros tres cachorros al sur de Londres, Inglaterra, cuando apenas tenía seis semanas. Jo Douglas, su cuidadora en el Millbrook Animal Centre, cuenta que los canes estaban en una situación crítica dado que necesitaron seis tipos diferentes de gotas para las ojos y los oídos, además de medicamentos para la piel. Esto sin contar la sarna que sufrían y la malnutrición.
Pasó el tiempo y todos los cachorros pudieron ser adoptados, a excepción de Badger que no encajaba con ninguna familia. “Estaba siempre muy activo y necesitaba atención continua. Era demasiado para su familia adoptiva así que volvió con nosotros”, contó su cuidadora. Solían entretenerlo escondiéndole pelotas de tenis por todo el refugio, pero el can las encontraba sin problemas con su olfato.
Fue así que, debido a sus grandes habilidades rastreadores, decidieron ponerse en contacto con la Policía del Condado para que Badger se uniera a su Unidad Canina.
Ahora, el can, de 24 meses, cuenta con un título oficial de perro rastreador. “Me sentía afortunada pudiendo ir para verle entrenar, era maravilloso ver cómo trabajaba. Hubo un día que encontró un arma, munición, dinero y droga; es un perro muy inteligente”, dijo Douglas.
Steph Barrett, el agente a cargo de Badger, contó al medio Surrey Live que “después de mucho amor y entrenamiento, ha recuperado la confianza en los humanos. Todavía tiene ese lado descarado, pero está obsesionado con el trabajo. Me hace reír todo el día”.