Un sinfín de escaladores tienen como objetivo ascender en el Everest, el monte más alto de la superficie del planeta Tierra; sin embargo, es poco probable acceder a ello por su elevado costo. Ante esa situación, un hombre de Reino Unido ha batido un récord por “trepar” esta montaña en un solo día, pero lo curioso es que nunca estuvo presente en dicho lugar. ¿Cómo consiguió este reconocimiento? Pues, a través desde la comodidad de su casa. A continuación, te contaré los detalles del momento viral que generó gran controversia.
Sean Gee, de 37 años, siempre ha tenido en mente transitar por el Himalaya, pero sus escasos recursos económicos no le permitieron. Es así que tuvo la peculiar idea de simular que escalaba dicho sitio usando las gradas de su escalera. Hizo un trayecto total de 11.8 millas que le tomó 22 horas y 57 minutos.
Él recuerda que esta iniciativa parte como una forma de distraerse ante el doloroso divorcio que le tocó afrontar. No fue fácil, pues siempre tenía pensamientos de aquella situación, pero su fuerza de voluntad lo incentivaba a completar este desafío que se impuso desde un comienzo.
“Después de 14 horas (de iniciar su reto), entré a una de las habitaciones de arriba y comencé a llorar durante 10 minutos, pero seguí adelante. Pensé que me iba a llevar 10 u 11 horas, pero al final me tomó casi 24 horas”, contó el hombre.
Este hombre confiesa que existían diversos usuarios que no creían en sus palabras hasta que decidió subir a YouTube las evidencias del reto personal que estaba realizando. También se acuerda con risas cuando presenciaba que sus espectadores dormían, pero él aún seguía subiendo y bajando las escaleras.
No sería el único récord conseguido
El británico se ha considerado como aquella persona que le agrada las nuevas experiencias y siente que es capaz de superar sus propios límites. En su lista de logros, ha completado ultramaratones y obtuvo un récord mundial Guinness por participar 40 horas en un juego de baile.
Quizás una mayoría de personas estimarían que lo practicado por Sean no tendría el mismo valor o dificultad que escalar realmente el Everest, pues las condiciones climáticas son distintas, pero este hombre se siente feliz con ello porque le permite tener una vida más activa y mejoraría el estado de su salud mental ante la ruptura que vivió.
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