A la mujer pareció no importarle en lo absoluto que la estuvieran grabando. (Foto: @andycandys5/TikTok)
A la mujer pareció no importarle en lo absoluto que la estuvieran grabando. (Foto: @andycandys5/TikTok)
Redacción Mag

En todos los países latinoamericanos las fiestas infantiles son una tradición, pero se ha vuelto un verdadero problema los adultos que quieren ser los protagonistas cogiendo dulces de más, ya sea en la mesa o al reventar la piñata; ese fue el caso de una mujer quien no tuvo la menor vergüenza y comenzó a coger golosinas sin parar, colocándolas en una bolsa sin que le importara en lo más mínimo dejar algo para el resto de los niños.

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El fue compartido por Andrea Carrasco (@andycandys5) en , y tuvo lugar en una , donde vemos a una mujer vestida con una chompa color rojo quien parece cargar a un niño.

Al poco rato nos damos cuenta de que tiene una bolsa en la mano derecha (con la que tiene cargado al pequeño), mientras con la izquierda coge dulces, golosinas a borbotones. No parece sentir ningún tipo de empatía por el resto de los invitados, como si te tratara de obtener el botín más grande a costa de otros.

Mira aquí el video viral

Regresó por más dulces

La bolsa se ve pesada, robusta de dulces y el momento es animado por el famoso audio de Bob Esponja “pintamos toda la casa”, pero en una versión remix, que le ha valido acumular más de 2.3 millones de vistas.

Pero, cuando el video se hizo viral, muchos pidieron una segunda parte y Andrea complació a su público donde vemos a la misma señora, nuevamente en la mesa, yendo por más: “segunda parte, regresó por más dulces”.

“¿Quiere una bolsa más grande?”

De inmediato, la gran mayoría de comentarios criticaron duramente a la egoísta mujer: “yo en la fiesta de mis sobrinos puse mesa de dulces y a cada invitado le di ‘billetes’ y hasta los formé, me dijeron ‘exagerada’, pero la gente no coopera”, “sea quien sea, le quito la bolsa y le pido que salga del evento”, “por el micrófono hubieras dicho, ‘señora ¿quiere un bolsa más grande?’”, “ahora entiendo por qué mi esposo no quiere poner mesa de dulces para los quince años de mi hija, dice que la gente es muy ‘encajosa’ y tiene razón”.