Argentina rompe su sequía: ¿Cuánto cambió la ‘albiceleste’ desde el 2014 para ser campeona mundial?

MIRA- Julián Álvarez, el jugador que desde niño solo conocían como araña y fue ‘sorprendente’ en el Mundial

La ‘albiceleste’ logró superar todos los obstáculos par llegar a la final contra la temible Francia. El equipo de Lionel Scaloni respondió a la perfección ante los rivales que se cruzaron en su camino y las cosas salieron, incluso, mejor de lo que esperaba.

De hecho, la última vez que esta selección había disputado una final en este torneo, antes de Qatar 2022, fue justamente en Brasil 2014. Aquella vez, un gol de Mario Götze en la prórroga contra Alemania liquidó las esperanzas de todos los argentinos.

Sin embargo, en el último mes, Argentina fabricó su tan ansiada revancha, citándose nuevamente en la final de la Copa del Mundo después de ocho años en los que transcurrieron y cambiaron varias cosas para ahora sí dar el grito de campeón.

¿Qué tanto cambió Argentina?

Tras la final del 2014, ahora hubieron varias coincidencias en el buen momento futbolístico de Argentina, pero con varias caras nuevas. La renovación del plantel ha sido inevitable, pero la ilusión por consagrarse siguió siendo la misma.

Para empezar, hay que tener en cuenta que la ‘albiceleste’ clasificó al Mundial de Brasil 2014 como primero de Sudamérica y con dos fechas de antelación. A falta de la presencia del ‘Scratch’ en el clasificatorio, la escuadra argentina dominó esta parte del mundo, siendo la selección más goleadora y la segunda menos goleada detrás de Colombia. Además solo perdió dos veces en 16 partidos. Impresionante.

Para llegar a Qatar 2022, la historia no fue muy distinta. Argentina llegó a esta Copa del Mundo como segunda mejor de la Conmebol -solo por detrás de Brasil-, y clasificada cuatro fechas antes del cierre de las Eliminatorias, tras mantener un invicto impresionante (11 victorias y seis empates). Fue la segunda selección con más goles anotados y con menos goles encajados, superado únicamente por la ‘Canarinha’. El nivel, entonces, ha sido tan alto como hace ocho años.

Por lo contrario, un cambio rotundo: la selección del 2014 afrontaba el desafío mundialista con un peso enorme de no poder triunfar desde la Copa América 1993. Cuatro finales perdidas desde aquel campeonato (dos en Copa FIFA Confederaciones y dos en Copa América) le abrumaba mucho.

Sin embargo, en Qatar 2022, el combinado de Scaloni pudo jugar con la tranquilidad de haber ganado dos trofeos valiosísimos en el camino. Las consagraciones de la Copa América 2021 y la Finalissima 2022 le sirvieron bastante de respaldo.

En cuestión del plantel, en sí, Argentina sí sufrió muchísimas variaciones. Los únicos sobrevivientes del plantel argentino de Brasil 2014 fueron Lionel Messi y Ángel Di María. Nadie más.

Dejaron de jugar, pues, vacas sagradas de la ‘albiceleste’ como Higuaín, ‘Kun’ Agüero, Demichelis y Mascherano para poder darle la batuta a figuras emergentes como Enzo Fernández, Julián Álvarez, Rodrigo de Paul, ‘Cuti’ Romero y ‘Dibu’ Martínez. Renovados.

Eso sí, el promedio de edad entre ambos planteles ha sido casi el mismo: 28 años y 336 días en Brasil 2014; 27.9 años en Qatar 2022. Sea como fuere, el recambio generacional fue realidad.

“Ahora hay jugadores como Tagliafico, Cuti Romero, Acuña, De Paul, Paredes, Julián Álvarez… estos nuevos nombres de esta generación han desplazado a los Higuaín, a los Agüero, a los Mascherano, a los Biglia... que fueron integrantes de aquella final (Brasil 2014). Es una selección que tiene menos nombres propios, o menos nombres marketineros, pero creo que estos nuevos nombres a Messi le hacen el camino más fácil. Le permiten ser una rueda de auxilio ante cualquier momento”, señala Emiliano Nunia, periodista argentino de Súper Deportivo Radio.

Messi -la estrella-, además, en el 2014 tenía 27 años y estaba en un gran nivel. Ahora, con 35 años, no le bajó a las revoluciones. El ‘10′ argentino siguió deleitando al mundo con su talento y, además, le sumó la experiencia y madurez adquirida todo este tiempo para hoy ser más líder que nunca de un grupo bastante prometedor.

“Messi está en un momento donde coordina absolutamente todo: su estado de ánimo, su mentalidad, sus ganas de jugar al fútbol… Creo que hay una diferencia que es determinante con respecto a Brasil 2014. Messi hoy elige los momentos para hacer daño, cuestión que antes actuaba desesperado y ansioso. Creo que hay una enorme virtud en eso. Messi elige los momentos para dañar a los rivales aún con la presión que lleva cuesta de ganar por primera vez un Mundial”, destaca Nunia.

De la misma forma, el gran Alejandro Sabella, tan querido en su país, dirigía al combinado argentino hace ocho años; hoy todo estuvo en manos de Lionel Scaloni, en quien pocos confiaban en un inicio, pero quien justamente ha permitido que la selección gaucha alcance nuevamente la cúspide mundial por tercera vez en su historia.

“Argentina cambió bastante. En principio, desafió a todos los fundamentalistas, que hablan de la experiencia de un entrenador, que tiene que tener muchos galones encima para agarrar un fierro caliente como Argentina. Creo que desde que cómo plantea y replantea los partidos y cómo llega al jugador, Scaloni ha tirado todos esos preconceptos por la borda”, apunta Mauricio Loret de Mola, periodista de ‘A Presión’.

“Lo más importante es lo versátil, lo ingenioso y lo importante que es el entrenador, porque no se casa con ningún sistema ni ningún nombre. Eso hace que todos los jugadores estén alertas, que esperen su momento y cuando le toque, respondan. Hay casos sobrados de que eso ha sucedido en este Mundial. Cuando ha tenido que cambiar, cambió nombres o sistema. Eso lo hace a Scaloni un técnico creíble a pesar de su corta experiencia”, complementa

Los cambios estuvieron ahí. En evidencia. Pero el mayor cambio que realmente logró Argentina es que ya no volvió a caer en la final, sino que la ganó después de 36 años. Ese era su mayor desafío y lo superó.