Jerónimo Pimentel

Tiene apenas 35 años, pero ha iluminado el genio de escritores, periodistas, músicos, directores de cine, guionistas y tantos más. , el astro argentino, y la fastuosa obra que se ha consumado alrededor suyo.

MIRA: “Una campaña decente es clasificar al Hexagonal”: análisis de la Sub 20 que afrontará el Sudamericano

La idolatría deportiva suele ser una bomba cultural alrededor de la cual se desarrollan numerosas manifestaciones artísticas. Desde los cánticos e himnos intervenidos, donde la picaresca se une a la ocurrencia, hasta formatos de arte mayor como documentales, películas, series, biografías y ensayos. El rey de la inspiración artística ha sido siempre Maradona, quien ameritaría un libro entero para detallar referencias. Pero Messi, aun siendo un futbolista en actividad, ha generado ya un cúmulo de actos que vale la pena abordar para entender la dimensión de su figura.

Literatura. La mejor biografía, la mejor escrita, es ‘Messi’ de Leonardo Faccio. Quizás, como señala su autor, parte del mérito consista en que él no es un fanático de fútbol, lo que permite una desnudez de cara al biografiado. El acercamiento es honesto y no está viciado por los sesgos propios del aficionado, lo que deviene en logro: un retrato muy humano y bastante convincente de una figura que, fuera del campo, es esquiva e incluso enigmática.

Dos buenos complementos de ello son ‘Messi’, de Guillem Balagué, el primer perfil autorizado del ídolo rosarino, con foco en su paso formativo por el Barcelona; y ‘La complejidad del Barca’, de Simon Kuper, donde el ensayista inglés analiza el pico y caída del club catalán con mucha atención a su rol de fábrica de estrellas, de la cual el campeón del mundo fue arte y parte.

Sería muy injusto no mencionar la pieza que más justicia hace al ‘10′ argentino: “Messi es un perro” de Hernán Casciari. Esta joya escrita hace una década es quizás el más logrado intento de entender y comunicar en qué consiste el genio de Messi, o en todo caso, su singularidad deportiva. Es de lectura libre en Internet.

Audiovisual. “Sean eternos” (2022) es por mucho la producción obligada para entender el liderazgo de un Messi ya maduro en la selección argentina, así como para comprender cómo se construyó emocionalmente un grupo capaz de ganar Copa América y Mundial. El privilegio de apreciar la tensión y distensión de los profesionales de alta competencia, así como verlos y escucharlos antes de la hazaña, es un lujo para el hincha al que se le ha negado, por tradición, ver la vida dentro del vestuario.


Un Lionel más tierno se deja ver en “Messi” (2014), la película de Alex de la Iglesia. Esta recrea los orígenes del crack en su ciudad natal en una suerte de biopic conversado que incluye voces de la talla de Menotti. A ello se suma un archivo fantástico que permite ver cómo varios de los atributos que se le celebran hoy los tenía ya de niño, como el dribbling, proceso que se completa con la apreciación de quienes por entonces eran sus compañeros (Piqué, Iniesta).

Música. “Muchachos”, de La Mosca Tsé-Tsé, es el himno indiscutido de la Argentina mundialista, una cumbia pop fácil cuya gran virtud es haber anticipado la tercera estrella. Lo mismo se puede decir de la adaptación de “Quédate”, canción del español Quevedo y el productor Bizarrap, cuya letra insiste en cuánto merecía el capitán argentino el trofeo de la FIFA. En zonas más rockeras, casi metaloides, la banda El síndrome de Peter lanzó “A pasos cortitos”, un homenaje abierto al héroe albiceleste en modo Rata Blanca.

--

Contenido Sugerido

Contenido GEC