Gareca y un pronóstico del tiempo. (Foto: AFP)
Gareca y un pronóstico del tiempo. (Foto: AFP)
Pedro Canelo

hoy vivirá un día de acción de gracias. El ‘Tigre’ ofrecerá una conferencia donde declarará todos sus afectos a los hinchas, a sus jugadores y a los dirigentes de la federación, y anunciará que viajará por unos días a Argentina para el merecido descanso. ¿Hará alguna declaración sobre su futuro profesional? Al cierre de esta edición, no manejamos esa información. Aún la versión que tenemos es que Gareca dará una respuesta final al cierre de este mes. Hay que pensar.

Si esta situación de espera se mantiene, toca repasar las prioridades que el fútbol peruano tiene y por qué es tan importante convencer al ‘Flaco’ de quedarse por cuatro años más con la selección nacional. Razones hay muchas, la principal es la importancia del tiempo para sostener un sistema deportivo.

De las tres selecciones sudamericanas que siguen con vida en la Copa del Mundo, dos mantienen largos procesos con sus técnicos. El maestro Tabárez está en Uruguay desde el 2006 y ya suma tres Mundiales consecutivos al mando de los celestes. Hoy José Pekerman busca otra vez llegar a cuartos de final de una Copa del Mundo con Colombia (ya lo hizo en el 2014) y coronar un proceso que ya tiene seis años de vida. No es poco.

“Los procesos no garantizan ganarlo todo, pero te dejan un piso donde siempre puedes caer”, explicaba el campeón mundial Óscar Ruggeri al hacer paralelos entre el descalabro argentino y la eliminación prematura de Alemania. Los germanos están en tiempos de hacer correcciones sobre lo construido, mientras que los albicelestes ya debaten sobre el costo de volver a empezar de cero.

Pedir que se quede Gareca hasta el 2022 no es por la sana obsesión de querer ver a Perú en todos los mundiales a partir de ahora, sino porque al menos nos garantiza seguir una hoja de ruta que nos permita seguir siendo competitivos. El tiempo de un técnico no asegura resultados positivos siempre, pero sí reduce el margen de error.

Rusia 2018 nos está dando lecciones todos los días. Con Messi y Cristiano afuera, otra vez se impone la idea de que el colectivo cada día pesa más. No basta ni siquiera tener a una generación de jugadores como España. Si te quedaste sin entrenador en la víspera de un Mundial, el sueño de gloria se desvanece. Los técnicos por supuesto que juegan. Y Ricardo Gareca merece tener ese tiempo suplementario

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