Rusia 2018: los peruanos que arriesgaron todo en Japón para estar con la selección. (Video: Arturo León/El Comercio)
Arturo León

Lo único que les importó a Martín y Marco, una vez que llegaron a Moscú, fue buscar al equipo de Gareca. No dejar las maletas en su hospedaje, ni descansar un poco luego del largo viaje. Llegaron de Japón y están como locos por estar cerca de Farfán, Guerrero y los héroes de la clasificación al

Se trasladaron al Sheraton Sheremetyevo y no los encontraron. Tomaron un taxi rumbo al Arena Khimki para observar como salía el bus del equipo peruano, que esta mañana realizó su segundo entrenamiento en el complejo deportivo de la ciudad que lleva el mismo nombre. Ahí los encontramos. Estaban felices. Con todo y bultos. No importa.

"Acabamos de ver el bus y a Gareca. Estamos emocionados por esta oportunidad de estar en un Mundial con Perú", nos dice rápidamente Martín Goya cuando le contamos que somos periodistas de 'El Comercio'. Él, al igual que Marco Inafuko, lleva 20 años sin volver a Perú. Pero están en Rusia, con la selección. Solo el fútbol y esta clasificación los llevó a poner en riesgo aquello que les impedía volver a su país de origen: el trabajo. 

Marco, por ejemplo, renunció a la empresa donde trabajaba. Era la única forma de ir al Mundial. Hasta su esposa le dio permiso de hacer tremenda locura. "Trabaja en una fábrica de Mitsbushi. Peru tuve que dejar el trabajo. Ahora que regrese espero volver a entrar", nos cuenta entre sonrisas. 

Martín Goya es soldador. Mayormente labora con barcos. Para llegar a Moscú y  'escaparse' de su trabajo tuvo que mentir. Para sus jefes hoy se encuentra en Perú, con sus familiares, y no en Rusia con un amigo y entradas para ver a la selección peruana hasta octavos de final, si en caso así ocurre. "Yo me voy a quedar. Incluso si Perú llega hasta cuartos de final. Luego veré qué pasa con mi trabajo". 

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