Cristiano, que lleva un gol en Qatar 2022, corre a celebrar el gol que generó para el 1-0 de Portugal sobre Uruguay (Foto: AFP)
Cristiano, que lleva un gol en Qatar 2022, corre a celebrar el gol que generó para el 1-0 de Portugal sobre Uruguay (Foto: AFP)
/ KIRILL KUDRYAVTSEV
Denis Prince

La competitividad es una cualidad innata del ser humano y es parte de la naturaleza de los seres vivos. Así ha sido desde la época de las cavernas y la teoría de la evolución sienta sus bases en esa premisa –la ley de que sobrevive el más fuerte, el que es más competitivo-. Cristiano no se llama Charles ni se apellida Darwin y está lejos de ser un hombre de ciencia, pero cada partido que pasa refrenda ser un hombre que competirá hasta el último de sus días.

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El seleccionado portugués, uno de los equipos con mejor plantel a nivel selecciones en la actualidad, hizo pesar esa jerarquía y variedad con la que cuenta al alinear sus once y en el banco. En ese universo, hoy CR7 no es el líder futbolístico, la edad y los problemas extradeportivos sufridos en este 2022 no se lo han permitido, pero sigue siendo el “Comandante”.

La brújula con el balón ahora recae en Bruno Fernandes, quien frente a “La Celeste” de Valverde y Bentancur, tuvo una actuación consagratoria. Fue el autor al 50% del primer gol, el otro porcentaje lo hizo Ronaldo al intentar cabecear, y generó el penal del segundo tanto, que él mismo con maestría resolvió.

No obstante, la conducción del grupo de Fernando Santos continúa estando bajo el brazo de ese “recordman” nacido en Madeira en 1985, quien ha aceptado que su rol en esta etapa es más de sostén que de lanza y ha tenido el coraje para saber reinventarse para –a tres meses de cumplir 38 años- mantenerse compitiendo en la élite del fútbol mundial.

Bruno Fernandes, volante del Manchester United, fue la figura del encuentro (Foto: AFP)
Bruno Fernandes, volante del Manchester United, fue la figura del encuentro (Foto: AFP)
/ PABLO PORCIUNCULA

Coraje, valentía y atrevimiento que esta vez a la pizarra de Uruguay le faltó. Su técnico, Diego Alonso, volvió a preocuparse más de cubrirse que de descubrir al rival -le sucedió en el debut ante Corea- teniendo elementos para hacerlo. Los ingresos de tardíos de De Arrascaeta y Pellistri –con el 1 a 0 en contra y a falta de media hora para el final- no bastaron y el fútbol, como la vida misma y su evolución, no perdona al más débil de carácter y mentalidad.

Darwin afirmaba en sus enunciados, que luego servirían de semilla para la psicología evolutiva, que así como el cuerpo humano, la mente iba mutando, transformándose, conforme el contexto que lo rodease. Qué didáctico le habría sido tener a Cristiano como materia de estudio. Un ser que expresa fidedignamente en todas su facetas el lado humano: ambicioso, competitivo, de autoestima y vanidoso, porque sí, todas esas cualidades son las que han permitido que la humanidad evolucione hasta donde estamos hoy: expectantes a ver si CR7 termina cumpliendo su propósito de retirarse del fútbol como campeón del mundo.

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