Los votantes en las elecciones presidenciales de Egipto no estuvieron conformes con los dos candidatos y crearon a un tercero: Mohamed Salah. (Foto: The Sun)
Los votantes en las elecciones presidenciales de Egipto no estuvieron conformes con los dos candidatos y crearon a un tercero: Mohamed Salah. (Foto: The Sun)
Redacción DT

acaba de romper las barreras de lo impensado en su país natal. No solamente es el futbolista más querido, sino el personaje más amado por toda la población. Incluso en el mundo político.

Es totalmente cierto que Mohamed Salah no tiene participación activa en la política de su país, pero los egipcios quisieran que lo haga para que así pueda tomar hasta el poder.


Durante esta última semana se dieron las elecciones presidenciales en Egipto. Los únicos candidatos eran Abdelfatá al Sisi y Mustafa Moussa. El primero se lanzó para la reelección. Y ganó por el 92%.


Su contrincante teóricamente -y obviamente- culminó en el segundo lugar de las votaciones con el 3%. Sin embargo sucedió algo totalmente insólito que demostró que el fútbol no solo es un deporte de recreación.


Y es que los electores no estuvieron conformes con los candidatos. Los tacharon con los lapiceros y crearon a un tercer rival: Mohamed Salah, quien obtuvo el 5% de respaldo de la nación africana.


El amor de los 'faraones' hacia Mohamed Salah nació porque se encargó de clasificar a la selección a la Copa del Mundo 2018 con un gol de penal en el último minuto. Además por ser la figura del Liverpool. Todo esto ha generado que el pueblo grite al unísono: "Salah presidente".

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