Hugo Sotil ingresó al terreno de juego en el segundo tiempo. En la foto se le ve luchando por un balón con el defensor búlgaro Ivan Davidov. (Foto: AFP)
Hugo Sotil ingresó al terreno de juego en el segundo tiempo. En la foto se le ve luchando por un balón con el defensor búlgaro Ivan Davidov. (Foto: AFP)
Redacción EC

El 2 de junio de 1970, la selección devolvió la esperanza a todos los peruanos luego de remontar el marcador en el partido contra Bulgaria en el Mundial de . Esto sucedió dos días después del terremoto de 7,8 grados que azotó al país, dejando 70 mil víctimas.

El día que ocurrió el terremoto, el 31 de mayo, se inauguraba el Mundial en el Estadio Azteca. Minutos antes del partido entre el local y la URSS, el sismo remeció parte importante de la costa y sierra del centro y norte del Perú. Muchas ciudades sufrieron, pero ninguna como Yungay (Áncash), que también fue golpeada por un aluvión.

Días después tocaba el debut mundialista del Perú ante el conjunto europeo, al que ya había vencido 5-3 pocos meses antes en Lima. Como era comprensible, esta vez en el Estadio León los ánimos estaban por los suelos; el país estaba de luto.

La preocupación y el desgano influyeron en el desempeño de la Bicolor, que ahora lucía un listón negro en la manga. La selección nacional caía 2-0 al minuto 49: un gol en el primer tiempo y otro al empezar el segundo.

(Foto: AFP)
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Afortunadamente, ni bien llegó el segundo tanto europeo hubo una importante reacción en la Bicolor, a pesar de la falla garrafal de Luis Rubiños. A los 50, Alberto Gallardo tomó el balón por la derecha y, tras un amague para afuera en el área, sacudió las redes del portero Simeon Simeonov con un fuerte derechazo.

Cinco minutos más tarde, Héctor Chumpitaz igualó el marcador con un tiro libre rasante a palo del arquero. El partido equiparó fuerzas en ese momento, pero finalmente a los 73 llegó la ‘magia’ del ‘Nene’.

Teófilo Cubillas realizó una magnífica pared con Ramón Miflin antes de colocarse en una posición ideal para disparar. Su fuerte remate al lado derecho resultó inatajable para el golero búlgaro, que se estiró al máximo.

Según cuenta el propio Cubillas, la celebración fue inmensa “en parte porque este triunfo sirvió para devolverle al país la alegría”. “Nosotros nos sentimos reconfortados de haber sido artífices de darle esa alegría al pueblo peruano”, dijo el ex Alianza Lima en una entrevista con la FIFA.

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