La muerte del ex dictador argentino Jorge Rafael Videla, recordado por los crímenes de lesa humanidad que se cometieron durante su régimen (1976-1981), ha dado tranquilidad a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de la organización Abuelas de la Plaza de Mayo (grupo de familiares de desaparecidos, torturados y asesinados durante aquel gobierno militar).
Me quedo tranquila de que un ser despreciable ha dejado este mundo, dijo Barnes en declaraciones que reproduce el diario Clarín de Argentina.
La historia seguramente considerará el genocidio que hemos sufrido los argentinos, el oprobio de una dictadura cívico-militar como la que él encabezó, de la que no se arrepintió y de la que, incluso, hizo declaraciones tardías para reivindicar todos sus delitos, señaló.
En declaraciones a una radio de aquel país, de Carlotto reflexionó que así como este hombre malo, este personaje fue juzgado y condenado, la Iglesia, acompañando un poco su gestión, estará rindiendo en otro lugar sus delitos también.
La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización de derechos humanos que busca ubicar y restituir a sus familias todos los niños secuestrados o desaparecidos por la última dictadura militar (1976-1983), prevenir la comisión más crímenes de lesa humanidad y obtener el castigo correspondiente para los responsables.
La propia Barnes había sufrido el secuestro de de su esposo e hija. El primero fue torturado y a la segunda, quien dio a luz durante el secuestro, solo la encontró muerta. El bebe nieto de Barnes nunca apareció.