Gisella López Lenci

Hace 20 años, la guerra contra el terrorismo islamista se desató. Las poderosas fuerzas estadounidenses y sus aliadas occidentales se enfrentaban a un enemigo que se escondía en las cuevas de Afganistán, con turbantes y rifles en mano. Dos décadas después, esas mismas fuerzas se van huyendo del país, los talibanes volvieron al poder y el terrorismo islamista mutó hasta convertirse en un enemigo múltiple y, hasta el momento, indestructible.