El fabricante alemán de dulces Bahlsen ha asegurado que no cederá al chantaje de desconocidos que se esconden detrás de la figura de Triky, el conocido Monstruo de las Galletas de Plaza Sésamo, autores del robo del emblema de la empresa de la fachada de su central en Hannover, al norte del país.

Queremos nuestra galleta. Esa galleta es el símbolo de nuestra casa, señala Werner Bahlsen en declaraciones que recoge hoy el rotativo Hannoverschen Allgemeinen Zeitung, en las que, aunque afirma que no nos dejamos chantajear, anuncia un donativo masivo de dulces a instituciones benéficas si recuperan el emblema.

El robo del emblema de Bahlsen, una gigantesca galleta dorada de 20 kilos de peso que desde hace 100 años adornaba la fachada de su histórica central, se ha convertido en noticia que destacan televisiones, radios y diarios en Alemania.

Werner Bahlsen, patriarca del clan galletero, comenta que, en caso de recuperar la galleta dorada, su empresa donará 52.000 galletas reales a 52 instituciones benéficas.

INVESTIGACIÓN La policía de Hannover confirmó ayer que investiga la aparición de una fotografía de un desconocido disfrazado de Triky con la galleta robada en sus manos y un mensaje con exigencias de los cacos para la devolución del emblema como regalar galletas a los niños de un hospital o donar mil euros a un asilo de animales.

La galleta gigante, de metal dorado y unos 20 kilos de peso, colgaba, soportada por las estatuas de dos figuras masculinas, de la fachada de la empresa Bahlsen, fundada en 1889 y una de las más antiguas del sector en Alemania.

El mensaje de los presuntos autores del robo exige para devolver el objeto robado que Bahlsen suministre galletas gratuitamente al hospital infantil de Hannover y que los 1.000 euros de recompensa que ofrece para recuperar la galleta sean entregados al asilo de animales de Langenhagen.