“Quiero agradecer el apoyo de la gente y de los medios de comunicación. Pero les pido que respeten nuestra intimidad hasta que estemos preparados para hacer nuestras primeras declaraciones”, fueron las primeras palabras de la joven madre Amanda Berry, quien junto a Gina DeJesus y Michele Knight estuvieron secuestradas durante aproximadamente diez años en una casa de Cleveland, Ohio, Estados Unidos, propiedad de Ariel Castro.
Este mensaje fue leído por su hermana, Beth Serrano, quien entre una nube de globos y pancartas con mensajes de bienvenida y afecto no pudo evitar sollozar. Serrano hizo esta lectura acompañada de su hija Jocelyn y en presencia de familiares y vecinos, así como agentes del FBI.
En los exteriores de la casa de la familia de Berry, se podía apreciar mensajes como Bienvenida a casa, Amanda y entre los globos había corazones, carteles y lazos amarillos. Berry la mujer que hizo la llamada que permitió a la policía rescatar a las otras cautivas vio a su abuela (quien vivía en Tenessee), le presentó a su nieta, y recibió además la visita de su padre, quien también vivía en Tenessee desde que falleció la madre de Amanda.
Los canales de noticias transmitieron el acontecimiento en vivo.
EL RECIBIMIENTO DE GINA DEJESUS En la tarde, la esperada Gina DeJesus, de 23 años, regresó a su vez a la casa de sus padres. Allí también fue recibida con muchos globos, pancartas y serpentinas.
Ocultando su rostro debajo de una capucha amarilla, DeJesus salió del brazo de otra mujer del automóvil que la trasladó a su casa. Varias personas coreaban ¡Gina, Gina, Gina! y se percibían clics y flashes de las cámaras.
La joven, que tenía solo 14 años cuando fue secuestrada, parecía abrumada pero levantó el pulgar hacia la multitud antes de desaparecer en su casa.
Me pellizco para creerlo, dijo Nancy Ruiz, la madre de Gina, muy conmovida. No puedo describir la alegría que es verla, saber que está ahí. Este es mi mejor regalo del Día de la Madre, dijo, en alusión al festejo del próximo domingo en Estados Unidos.