La Casa Blanca opta por el silencio. El gobierno del presidente Barack Obama prefirió hoy no disipar las dudas respecto al supuesto espionaje telefónico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a la canciller de Alemania, Angela Merkel.

El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, evadió responder, en su habitual conferencia de prensa, si la inteligencia estadounidense espió las comunicaciones de la mandataria alemán. El portavoz afirmó que el gobierno no va a hablar públicamente al respecto.

Hemos dejado claro que Estados Unidos reúne inteligencia en el extranjero igual que lo hacen todas las naciones, declaró Carney.

En ese sentido, el vocero recordó la comunicación telefónica que sostuvo ayer el mandatario Obama con su par de Alemania donde le aseguró que no está siendo espiada ni lo será en un futuro.

Bajo la dirección del presidente, estamos revisando la forma en que recopilamos inteligencia para garantizar que hay un equilibrio adecuado entre las preocupaciones de seguridad de nuestros ciudadanos y aliados y las relativas a la privacidad, señaló Carney.

Según el diario Die Welt, la inteligencia alemana sospecha que EE.UU. chuponeó un celular que Merkel utilizó entre octubre de 1999 y el pasado julio.

El número de ese teléfono, según el periódico, aparece en los documentos del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden, que vive en Rusia después de desvelar el programa de espionaje masivo de Washington y pedir asilo en Moscú.