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Nueva York
Redacción EC

Nueva York. , y darán la bienvenida a 2019 en una abarrotada el lunes junto a fiesteros de todo el mundo que acudirán a ver el tradicional descenso de la bola de cristal, los fuegos artificiales y la lluvia de confeti en .

Se espera que los espectadores empiecen a congregarse en la icónica plaza a primera hora de la tarde para asistir al televisivo espectáculo. Como en los últimos años, la celebración estará rodeada de fuertes medidas de seguridad, que incluirán cacheos a los asistentes, que pasarán a zonas divididos por vallas metálicas donde esperarán la llegada de la medianoche.

Quienes repitan experiencia tras asistir a la fiesta el año pasado, pedirán sin duda que haga mejor tiempo luego de que se registrase una temperatura mínima récord de -12 grados Celsius (10 Fahrenheit). Las previsiones apuntan a que los termómetros marcarán cifras más suaves aunque es posible que llueva. Los paraguas están prohibidos por razones de seguridad.

Llueva o truene, las actuaciones intentarán animar a la multitud.

Esta es la hora actual de la ciudad de Nueva York:

Las bandas Bastille y New Kids On The Block interpretarán popurrís de sus éxitos en "Dick Clark's New Year's Rockin' Eve", y la cantante y compositora Bebe Rexha tocará una versión del tema de John Lennon "Imagine" antes de la cuenta atrás de 60 segundos que marcará el inicio del nuevo año a medianoche.

En las zonas para espectadores no habrá servicios públicos, las mochilas están prohibidas y tampoco habrá papeleras, por lo que comer durante el evento puede ser complicado. Pero los asistentes podrían tener abundante compañía, aunque los expertos dicen que probablemente no se lleguen a los entre uno y dos millones de espectadores previstos por funcionarios municipales y organizadores.

Miles de agentes de policía velarán por la seguridad del acto ayudados por perros rastreadores de explosivos, 1.225 cámaras de seguridad y 235 "vehículos bloqueadores" empleados para impedir un posible ataque con autos.

Los cálculos del tamaño de una multitud son publicados por el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, de acuerdo con la Times Square Alliance, que organiza el descenso de la bola de cristal.

En los últimos años, el departamento calculó que 2 millones de personas abarrotaron Times Square. El alcalde Bill de Blasio utilizó nuevamente un número similar el viernes, cuando aseguró que la ciudad esperaba que hubiera hasta “dos millones de personas tan solo en Times Square”, una zona en forma de corbata de moño que se extiende cinco cuadras entre la calle Broadway y la Séptima Avenida.

Las autoridades tienen interés en promocionar un número más grande debido a que les “ayuda a afianzar la imagen de la ciudad de Nueva York como el centro del universo en una cierta fecha y hora”, comentó Charles Seife, profesor en la Universidad de Nueva York, matemático y periodista que exploró la manipulación estadística en su libro “Proofiness”.

Aseguró que son muy difusos los métodos de matemáticas y geografía en juego. “¿Cómo cuentas la cantidad de personas que asistieron a ver la bola caer en Times Square?”, preguntó Seife. “¿Son todos los que pueden ver la bola o cualquier persona que esté en un bar de Manhattan?”.

Para que realmente quepan un millón de asistentes, la ciudad tendría que meter más que el equivalente a la capacidad del estadio de los Yanquis, con todas las entradas agotadas, en cada cuadra de la Séptima Avenida entre Times Square y Central Park, que comienza unas 15 cuadras al norte.

Still y sus colegas realizaron análisis detallados para calcular el total preciso de la multitud, pero incluso utilizando técnicas simples, como medir Times Square en un mapa o realizar algunos cálculos, está claro que los números no se acercan ni siquiera a un millón de personas.

Times Square tendría alrededor de 51.000 personas en una densidad de tres personas por metro cuadrado (yarda cuadrada), dijo Still, quien agregó que podrían ser 86.000 si se cuentan cinco personas por metro cuadrado. El número llegaría a los 120.000 si la multitud es tan densa que agolpa a siete individuos por metro cuadrado, pero apuntó que esa densidad es poco probable: significaría tener a las personas muy apretadas, hombro con hombro, y frente con espalda.

--- En honor al periodismo ---

Los periodistas serán los invitados de honor el lunes en la fiesta de víspera de Año Nuevo de Nueva York en Times Square, en lo que sus organizadores dijeron será una celebración de la libertad de prensa después de un año con un número inusualmente alto de muertes de reporteros de medios estadounidenses.

Dos ataques en particular influyeron en los organizadores cuando discutían durante el otoño boreal a quién entregar el honor de iniciar la ceremonia de descenso de la bola de cristal justo antes de la medianoche, según Tim Tompkins, presidente de la Times Square Alliance.

Uno fue la muerte de Jamal Khashoggi, un columnista saudí del Washington Post y residente estadounidense, al interior de un consulado de Arabia Saudita en Turquía. El otro fue el tiroteo registrado en junio en la redacción de The Capital, un diario de Annapolis, Maryland, en el que murieron cinco empleados.

"Durante el año ha sido un gran tema", dijo Tompkins en una entrevista. "Times Square en sí es la máxima ágora y espacio público", destacando que el área fue nombrada en honor al diario New York Times, y que fue un editor del Times, Adolf Ochs, quien inició la tradición del descenso de la bola de cristal en 1907.

Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de Periodistas, dijo que la Times Square Alliance se acercó a su grupo debido a "la percepción de que el periodismo y los periodistas en especial están bajo amenaza y que su rol está siendo cuestionado".

Entre los periodistas que participarán de la ceremonia figuran el presentador de los programas Nightly News y Dateline de NBC, Lester Holt; la corresponsal jefe de temas globales de ABC News, Martha Raddatz; y la editora global de opiniones de The Washington Post, Karen Attiah.

Hace un año, Attiah contrató a Khashoggi para que trabajara en el diario. Desde que el escritor murió, ella ha sido una de las principales voces que exige respuestas sobre qué le ocurrió.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido un severo crítico de algunos sectores de la prensa, quejándose de reporteros y medios que considera que publican "noticias falsas" a los que llama "enemigos del pueblo".

Simon dijo que eso fue parte de las discusiones con la Times Square Alliance. "Inevitablemente, Trump fue el subtexto, pero no lo central (...) Queremos tener un mensaje de unión", sostuvo.

Fuente: AP / Reuters

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