Una imagen del rey Salman de Arabia Saudí es visto en Líbano. (Foto: AFP)
Una imagen del rey Salman de Arabia Saudí es visto en Líbano. (Foto: AFP)
Redacción EC

urgió este jueves a sus ciudadanos a abandonar Líbano tras la renuncia del primer ministro de ese país, Saad Hariri, que dijo desde Riad que no volvería a su país por temor a ser asesinado.

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Hariri anunció su dimisión el sábado durante una visita a Arabia Saudí en la que acusó a la organización chiita Hezbolá y a su aliado Irán de tener "el control" de Líbano.

"Debido a la situación en Líbano, el reino pide a sus nacionales que visitan o viven en Líbano que se vayan lo antes posible, y aconseja a sus ciudadanos no viajar" a ese país, informó una fuente del ministerio saudí de Relaciones Exteriores, citada por la agencia de noticias estatal SPA.

Horas después, Kuwait también pidió a "todos sus ciudadanos que abandonen inmediatamente Líbano" y eviten viajar allí por precaución, informó la agencia KUNA, citando a una fuente del ministerio de Exteriores.

Líbano lleva más de una década marcado por una profunda división entre el campo liderado por Hariri, un sunita apoyado por Arabia Saudí, que tiene doble nacionalidad, y el dirigido por el Hezbolá chiita, respaldado por el régimen sirio y por Irán.

Arabia Saudí, de mayoría sunita, e Irán, chiita, libran una guerra de influencias en la región.

La división libanesa se hizo evidente en el 2005 cuando fue asesinado el ex primer ministro Rafic Hariri, padre del mandatario dimisionario.

El régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, fue señalado directamente por ese asesinato, y cinco miembros de Hezbolá están acusados por un tribunal internacional.

Tras la muerte de Hariri, varias personalidades hostiles a Damasco fueron asesinadas, y después estalló una guerra entre Hezbolá e Israel en el 2006. 

Fuente: AFP

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