El kirchnerismo fue derrotado en los cinco principales distritos y en provincias de trayectoria peronista en las elecciones legislativas realizadas hoy en Argentina, aunque sigue como primera fuerza nacional y mantendría junto a sus aliados el control parlamentario, según los primeros resultados oficiales.

El Frente para la Victoria (FpV, peronista) gobernante perdió en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires, entre otras, en los comicios celebrados para renovar la mitad de la Cámara de Diputados (127 bancas) y un tercio del Senado (24).

Una de las principales derrotas la sufrió en la estratégica provincia de Buenos Aires, el distrito más importante a nivel demográfico y económico, donde el candidato a diputado del Frente Renovador opositor Sergio Massa se impuso con el 42,38%, frente al 29,23% que sumó el kirchnerista Martín Insaurralde, según el escrutinio provisorio del 8,57% de los votos.

En la ciudad de Buenos Aires, de histórica tradición antiperonista, se impuso el gobernante partido de centroderecha Propuesta Republicana (PRO) en la contienda para diputados, con el 34,15% de los votos, ante el 29,95% del frente de centroizquierda UNEN y el 24,19% del FpV.

En la elección para senadores, el PRO se quedó con las dos bancas para la primera minoría, con el 38,35%, mientras que por pocas décimas el escaño para la segunda minoría se lo arrebataría UNEN al kirchnerismo, con el 26,12% frente al 25,66% del FpV, escrutado el 9,87% de los sufragios.

El FpV, la única agrupación con representación en 23 de los 24 distritos, se mantuvo como primera fuerza política a nivel nacional, aunque con un caudal de votos del 28,25%, mucho menor al 54,1% que en 2011 le dio la reelección a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de acuerdo al recuento del 26 por ciento de votos en todo el país.