Ariel Castro, quien se ha declarado culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres de Cleveland (Ohio, EE.UU.), fue sentenciado hoy a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Castro, de origen puertorriqueño, se enfrentaba a casi 1.000 cargos, entre ellos dos de homicidio agravado por supuestamente golpear a una de las mujeres durante el cautiverio hasta causarle un aborto.
Castro, de 53 años, se había declarado culpable de 937 acusaciones para no tener que afrontar la pena de muerte. Sus crímenes quedaron a la luz hace tres meses, cuando una de las mujeres logró derribar una puerta para escapar y poner fin a casi una década de cautiverio.
Las tres mujeres (Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight) desaparecieron entre el 2002 y el 2004 cuando tenían 16, 14 y 20 años. Las tres escaparon en mayo pasado, cuando una de ellas destrozó parte de una puerta y pidió ayuda a los vecinos.
EL ENCIERRO El agente especial Andrew Burke declaró el jueves durante el proceso de sentencia de Ariel Castro que la casa de Cleveland en la que las tres mujeres estuvieron enclaustradas durante una década contaba con un sistema casero de alarma y una pesada cortina que ocultaba el segundo piso.
Burke indicó que las ventanas de las habitaciones habían sido tapiadas desde el interior con pesadas puertas de armarios. Según Burke, la puerta de una de las habitaciones había sido modificada con cerraduras desde fuera y retirada la empuñadura.
Dijo que la casa estaba dividida de forma que fuese más segura y para ocultar la existencia de las habitaciones. Agregó que había despertadores conectados con la puerta principal, y que algunas habitaciones tenían ventilación solamente al ático debido a que las ventanas fueron clausuradas. Además, había cadenas en las habitaciones de las mujeres.
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