La pérdida de autoestima, el aumento del estrés y la dificultad para limitar el consumo de contenido online son algunos de los efectos que experimentan los adolescentes al desconectarse de redes sociales como TikTok. Así lo señala un estudio español publicado recientemente en la revista Nature. Resultados como estos han impulsado a gobiernos y expertos en bienestar infantil a buscar soluciones para proteger la salud mental de los menores. En este contexto, varios países han endurecido sus regulaciones para limitar el acceso a estas plataformas. Australia es el último en unirse a esta tendencia global con nuevas y drásticas medidas legislativas: los menores de 16 años tendrán prohibido el acceso a las redes sociales.

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