“En Bagdad encontré una generosidad que no calculé”
“En Bagdad encontré una generosidad que no calculé”
Rodrigo Cruz

Mariana recuerda con claridad ese día: era una tarde de mayo del 2015, en las oficinas de la Cruz Roja en Lima, y una idea no le dejaba de dar vueltas en la cabeza. Había regresado de Ginebra después de estar unos días tomando unos cursos de Derecho. Se sentía intranquila. Buscaba un cambio. Hacía cuatro años que trabajaba en el mismo lugar haciendo lo mismo. Su jefa se dio cuenta y la citó a su oficina. “¿Si estás buscando algo nuevo, por qué no pruebas aquí?”, le dijo y sacó un documento de su escritorio que decía “Bagdad”.


—¿Qué pasó por tu mente cuando tu jefa te ofreció que trabajes en Bagdad?
¡Uy!, dije. Fue una sorpresa. Pero no le dije que no. Me di cuenta de que era algo que estaba considerando. Solo respondí que necesitaba tiempo para pensar con mucho cuidado porque era un cambio grande.

—¿Y qué hiciste?
Conversé con mi familia y mis amigos, y con quien entonces era mi novio. Todos me apoyaron. Me hicieron muchas preguntas buenas que confirmaron que ese viaje era lo que quería. Al sentir ese apoyo, me fui. En junio empecé el proceso de selección y luego de un mes me dieron el puesto. Y en setiembre ya estaba en Bagdad.

Lea la entrevista completa en el blog de

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