El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostendrá en San Petesburgo una reunión informal con su par brasileña, Dilma Rousseff, sobre la crisis bilateral desatada por el espionaje informático norteamericano, aseguró hoy el diario Folha de Sao Paulo en su edición electrónica.

Según el columnista político Clóvis Rossi, el encuentro fue anticipado a periodistas por el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Ben Rhodes, en San Petesburgo, donde se inició hoy la cumbre del G20, en la que intervienen Rousseff y Obama, quienes se sentaron lado a lado en la sesión inaugural.

Nosotros entendemos la fuerza del sentimiento de ellos (los brasileños) sobre este asunto, afirmó Rhodes, en el primer comentario del gobierno estadounidense sobre la indignación desatada en Brasil por la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana espió los contactos telefónicos y por e-mail de Rousseff con asesores.

La información de Rhodes fue confirmada hoy por el vicepresidente brasileño Michel Temer, quien afirmó en Brasilia que, muy probablemente, Rousseff y Obama se reunirán para charlar formal o informalmente sobre el incidente.

Las noticias que tuve indican que muy probablemente conversarán en la reunión del G20, afirmó Temer, quien ocupa interinamente la jefatura de Gobierno de Brasil durante la permanencia de Rousseff en Rusia.

Sé que hay gestiones en este sentido, es posible que llegue a ocurrir. Ellos están juntos en el G20 y creo que charlarán, formal o informalmente, agregó.

TEMA DE IMPORTANCIA En su entrevista, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos aseguró que entiende la importancia del tema para los brasileños, y que la Casa Blanca desea trabajar conjuntamente con el gobierno brasileño para que tengamos una mejor comprensión de sus inquietudes.

Además, aseveró que Washington desea preservar la relación bilateral con Brasil, que es muy importante, no sólo en las Américas, sino también en el mundo.

SIN DISCULPAS Rhodes evitó, sin embargo, informar si la Casa Blanca pretende disculparse formalmente por el espionaje a Rousseff, y se limitó a decir que el objetivo del gobierno norteamericano es asegurar que los brasileños entiendan exactamente la naturaleza de nuestros esfuerzos de inteligencia, que son desarrollados en prácticamente todos los países del mundo.

Si hay inquietudes que podamos resolver y que sean consistentes con las exigencias de seguridad nacional, nuestra meta es hacerlo a través de nuestra relación bilateral, concluyó el asesor.