Los cardenales no deberán esperar dos semanas desde la renuncia del papa para celebrar el cónclave que elija a un sucesor, determinó hoy Benedicto XVI, que cambió así las reglas del Derecho Canónigo.

Las reglas establecían que debían transcurrir 15 días desde el final del papado. Pero Benedicto XVI emitió un decreto que señala: Le otorgo al colegio cardenalicio la facultad de comenzar antes el cónclave si todos los cardenales encargados de la elección están presentes.

Dado que usualmente los papas se mantenían en su cargo hasta morir, las dos semanas que transcurrían desde el deceso eran utilizadas para la celebración de funerales y para dar tiempo a que los cardenales viajaran a Roma desde distintas partes del mundo.

En este caso no será necesario esperar. El cónclave comenzará en cuanto los cardenales estén presentes en Roma, de acuerdo con lo determinado por Benedicto XVI.

El Papa también redactó un juramento para mantener en secreto lo que ocurre dentro del cónclave, y todos los cardenales deberán prestarlo. En caso de no cumplirlo, serán excomulgados.