Tras su renuncia al pontificado, Joseph Ratzinger perderá el nombre de Benedicto XVI y, como cardenal, se retirará a un monasterio de clausura, según dio a conocer el Vaticano.

Sin embargo, mientras se reúne el cónclave y es elegido el nuevo Papa, Joseph Ratzinger mantendrá sus prerrogativas como Papa emérito y “podrá administrar sacramentos en cualquier parte del mundo sin pedir permiso a nadie”.

En declaraciones a Radio Caracol, el cardenal colombiano Darío Castrillón, que se encontraba en presente en el Vaticano durante el anuncio del Papa, contó que Ratzinger se comunicó con su secretario de Estado y le dio detalles de su renuncia.

De manera transitoria la administración de la Iglesia Católica recaerá en el actual secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, quien será quien asuma la figura de camarlengo (oficial de la cámara). Bertone trabajó junto con él por años en la oficina de doctrinas del Vaticano.

Como se recuerda, para su Pontificado eligió el nombre de Benedicto XVI y se convirtió en el Papa 265 de la historia de la Iglesia y el sexto alemán desde Víctor II (1055-1057).