La última renuncia de un Papa a su pontificado se remonta al año 1415, luego de que Gregorio XII dimitiera al cargo 1415 como parte de un acuerdo para poner fin al Gran Cisma de Occidente entre varios papas que se disputaron la autoridad pontificia.

Casi 600 años después, Benedicto XVI ha hecho noticia al anunciar su abdicación, la cual se hará oficial el 28 de febrero próximo a las 2 p.m. (hora peruana). En un comunicado dirigido a la comunidad católica, el sumo pontífice señaló que su avanzada edad no le permitirá continuar con sus labores papales.

Según informó la agencia EFE, con Benedicto XVI serían ocho los papas que han renunciado al cargo. Estas renuncias han sido provocadas muchas veces por motivos políticos. Sin embrago, según los historiadores solo cuatro lo hicieron por voluntad propia y en total, con controversias incluidas, la cifra llegaría a once.

OTRAS RENUNCIAS El primero fue el papa Clemente I (del 88 al 97) quien renunció a favor de Evaristo, porque tras ser arrestado y condenado al exilio decidió que los católicos no se quedasen sin un guía espiritual, según detalla EFE.

Igualmente, y según el sacerdote Edwin Aguiluz Milla, el papa Ponciano (230 al 235) dejó su cargo a favor del Papa Antero al haber sido enviado al exilio. Se puede considerar que fue una renuncia obligada. Asimismo, el papa Silverio (536 al 537) fue obligado a renunciar a favor del Papa Vigilio.

San Martín I enfrentó el monotelismo, por lo que el emperador Constante II lo mandó apresar en 653. Dos años después, por maltratos y trabajos forzados, habría fallecido y se dice que habría renunciado para que elijan a su sucesor antes de morir, aunque no hay constancia de esto.

Juan XII fue depuesto por el emperador Otón I en 963. El pontífice depuesto volvió a Roma y desautorizó a Leon VIII, nombrado por el trono. Juan murió al poco tiempo y eligieron a Benedicto V, pero fue despuesto y renunció, también obligado por Otón I. El Anuario Pontificio indica que, si se considera válida la renuncia obligada de Juan XII, Leon VIII es legítimo y Benedicto V sería un antipapa.

Más complicada fue la historia de Benedicto IX (del 10 marzo al 1 de mayo de 1045), pues en un primer momento renunció a favor de Silvestre III y después retomó el cargo (Silvestre III no renunció) para pasarlo a Gregorio VI, quien fue acusado de haberlo adquirido ilegalmente y decidió también renunciar.

El caso más conocido fue el del papa Celestino V, quien ha pasado a la historia como el pontífice del gran rechazo, pues su pontificado duró del 29 de agosto al 13 de diciembre de 1294 y después se retiró a una vida de eremita. Tras su renuncia fue elegido Bonifacio VIII.

El último papa que renunció fue Gregorio XII (1406 a 1415), que vivió el llamado Cisma de Occidente, en el que coincidieron tres papas al mismo tiempo: además de Gregorio XII, el papa de Roma; Benedicto XIII, el papa de Avignon, y el llamado antipapa Juan XXIII.

Con el concilio de Constanza, el emperador Segismundo obligó a dimitir a los tres pontífices, pero sólo Gregorio XII obedeció y después de él fue elegido Martín V.