El papa emérito Benedicto XVI estuvo pendiente de todo el cónclave y, por ende, de la fumata blanca y elección de su sucesor, el argentino Jorge Mario Bergoglio como papa Francisco, todo a través de los televisores de plasma en Castel Gandolfo.
Según un miembro de seguridad de la casa donde está viviendo Joseph Ratzinger, está bien informado por su secretario personal, Georg Gäswein, que en su calidad de prefecto de la Casa Pontificia está en San Pedro desde donde le dio detalles.
La comunicación entre Ratzinger y Gäswein parece que ha sido tan fluida que la presencia del secretario en el Vaticano fue una de las más seguidas ya que, según el medio español, consideraban que tras sus ojos estaban los de Benedicto XVI.
A pesar de que no se le ha visto en público, los pobladores del pueblo donde reside están al tanto del Papa emérito. Según el diario español ABC, han redoblado la seguridad alrededor del palacio donde está viviendo Benedicto XVI.
Poco tiempo después de la fumata blanca, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, informó que el papa Francisco había hablado telefónicamente con su predeccesor para indicarle que lo vería pronto, sin dar más detalles de la conversación.