Un jurado halló culpables a 25 policías brasileños el sábado por la muerte de 52 reos durante el motín de 1992 en la prisión de Carandiru en Sao Paulo.
El juez Rodrigo Tellini de Aguirre Camargo sentenció a cada uno de los agentes a 624 años de prisión, si bien no cumplirán más de 30 años tras las rejas bajo las leyes brasileñas. La abogada de los acusados anunció que apelará al fallo.
Los policías siguen en libertad a la espera del resultado de la apelación.
Fue el segundo juicio sobre la que se conoce como la masacre de Carandiru, en la que murieron 111 prisioneros. Otros 31 agentes serán enjuiciados en los próximos meses en relación con los asesinatos en la ahora desaparecida prisión.
HISTORIA DE MUERTES En abril, en la primera parte del juicio, 23 policías fueron condenados a 153 años de cárcel cada uno, por la muerte de 13 presos. Hasta antes de que se iniciara el juicio sólo había sido procesado un acusado por esta masacre: el coronel que comandó la operación, Ubiratan Guimarães, que en 2001 fue condenado a 632 años de prisión por las muertes, pero más tarde apeló el fallo y fue absuelto.
Guimarães, también ex diputado estatal, fue hallado muerto en 2006 con un tiro en el pecho en su apartamento de Sao Paulo.
El penal de Carandirú era en la época el mayor presidio de América Latina con unos 8.000 prisioneros.