El ex jefe del gabinete de la gestión de Lula Da Silva, José Dirceu, que en este momento paga una condena por corrupción, ha pedido la autorización para que de día pueda trabajar fuera de la prisión, y que solo retorne a ella para dormir.
Lo que podría suponer un tremendo disparate para el marco legal peruano o de otro país, es posible en el brasileño. Esto al contemplar que aquellos reos que reciban una pena menor a ocho años puedan acogerse a un régimen semi-abierto. Así, se permite que los reos tengan un trabajo fuera del establecimiento penitenciario y que solo deban regresar a este para dormir.
De acuerdo a la agencia EFE, José Dirceu, es uno de los 25 empresarios y políticos sentenciado culpable por los casos de corrupción que en el 2005 pusieron al gobierno de Lula en la cuerda floja. La Corte Suprema no pudo colocar al ex mandatario dentro de los procesados al no encontrar suficientes pruebas contra él.
Dirceu, quien era considerado la mano derecha de Lula Da Silva, está obligado a pagar de manera efectiva una pena de siete años y once meses, impuesta por el delito de corrupción activa.
Su pena original era de 10 años y diez meses. Sin embargo, la defensa del ex funcionario apeló y recibió luz verde para que Dirceu sea juzgado por segunda vez por otros de cargos, más allá del de corrupción que está probado que cometió.
Dirceu, que está preso en Brasilia, ha sido contratado como gerente administrativo por un hotel de la capital y, según sus abogados, ahora espera que la corte le permita comenzar a trabajar en su nuevo empleo, reportó EFE.