Cerca de 50 manifestantes pasaron la noche acampados frente a la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y amenazan con permanecer en el local hasta ser escuchados por el gobernante.

La protesta por mejores servicios públicos, una de las tantas que sacuden a Brasil desde la semana pasada, comenzó en la tarde de ayer en el turístico barrio de Ipanema, desde donde unos 1.000 manifestantes marcharon hasta el vecino barrio de Leblon para estacionarse frente a la residencia particular de Cabral.

Los manifestantes, que esperan refuerzos este domingo, quieren que el gobernador se pronuncie sobre supuestos excesos de la policía en la represión a la manifestación del pasado jueves que congregó a cerca de 300.000 personas en el centro de la ciudad y que terminó en un enfrentamiento entre pequeños grupos violentos y la policía que se extendió por varias calles.

La policía bloqueó una importante vía en la turística zona sur de Río de Janeiro para evitar incidentes entre conductores y los manifestantes, que levantaron barricadas en plena vía.

PROTESTAS CONTINÚAN, AUNQUE CON MENOS INTENSIDAD Pese a que perdieron intensidad desde el jueves, cuando movilizaron a cerca de 1,2 millones de brasileños en un centenar de ciudades, los manifestantes se mantienen en las calles y para este sábado están previstas protestas en 7 capitales regionales y 61 ciudades de interior.

Tan sólo en la ciudad de Salvador, en donde las selecciones de Brasil y de Italia se medirán en un partido por la Copa Confederaciones de fútbol, están previstas tres manifestaciones, una de las cuales próxima al estadio en el que se disputará el compromiso.

Las manifestaciones iniciaron la semana pasada en Sao Paulo contra la subida de pasajes del transporte público, entre otras reivindicaciones sociales. Varias alcaldías, incluyendo las de Sao Paulo y Río de Janeiro, ya anunciaron la reducción de los pasajes del transporte público. La presidenta Dilma Rousseff se pronunció ayer: convocó a los manifestantes al diálogo y propuso un gran pacto nacional para discutir mejorías en los servicios públicos.